Los republicanos se hicieron el miércoles con el control del Senado de Estados Unidos y parecían estar en posición de mantener por un estrecho margen el poder en la Cámara de Representantes, lo que le permite al presidente electo Donald Trump confirmar nominados con mayor facilidad y aprobar prioridades clave en materia de impuestos y otros temas.

En el Senado, el Partido Republicano ganó escaños demócratas en Virginia Occidental, Montana y Ohio, mientras que las contiendas estaban demasiado reñidas como para declarar un ganador en otros cinco estados en disputa que el presidente Joe Biden ganó en 2020 por menos de 3 puntos porcentuales: Arizona, Nevada, Michigan, Pennsylvania y Wisconsin. Los resultados dieron a los republicanos 52 escaños hasta el miércoles por la mañana, revirtiendo la ventaja actual de los demócratas de 51-49.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pronuncia su discurso sobre el Estado de la Unión en una sesión conjunta del Congreso en el Capitolio en Washington, el 5 de febrero de 2019. Foto: Reuters

En la Cámara de Representantes, el camino de los demócratas para recuperar el control se redujo, ya que los republicanos superaron las expectativas gracias a la capacidad de Trump para abrirse camino entre los votantes negros y latinos de clase trabajadora, especialmente los hombres, lo que complementó su apoyo entre los votantes blancos de clase trabajadora. Las esperanzas de los demócratas de ganar varios escaños en California no se materializaron, lo que moderó en gran medida sus esperanzas de dar la vuelta a la Cámara, que los republicanos controlan actualmente por 220 a 212 con tres vacantes, destacó The Wall Street Journal.

Los republicanos sumaban además tres nuevos escaños para la Cámara de Representantes, donde actualmente tienen mayoría, pero aún no era seguro el resultado de 51 de las 435 carreras, por lo que el control final de la cámara baja aún no estaba claro.

Sin embargo, el medio Politico apostaba a un repunte de los republicanos. “Si bien la contienda por el control de la Cámara de Representantes sigue siendo demasiado reñida para poder declarar un ganador oficial (y aún quedan decenas de contiendas por definir), el impulso claramente estaba cambiando a favor del Partido Republicano el miércoles, a medida que se contaban más votos y el campo de batalla se reducía”, escribió.

Sumándose a las señales negativas para los demócratas, los analistas del Cook Political Report, un importante experto en pronósticos electorales, predijeron el miércoles que el impulso de la victoria arrolladora del presidente electo Trump para un segundo mandato en la Casa Blanca sería suficiente para impulsar a los republicanos a la mayoría en la Cámara de Representantes nuevamente el año próximo.

El modelo de predicción de Decision Desk HQ del miércoles por la tarde colocó a los republicanos con más del 90% de posibilidades de ganar el control de la Cámara Baja.

Donald Trump sube al escenario para su mitin de la noche de las elecciones en el Centro de Convenciones del Condado de Palm Beach en West Palm Beach, Florida, el 6 de noviembre de 2024. Foto: Reuters

“A medida que llegan más resultados, queda claro que, como hemos predicho desde el principio, los republicanos están preparados para tener un gobierno unificado en la Casa Blanca, el Senado y la Cámara de Representantes”, dijo el presidente de la Cámara, Mike Johnson (republicano por Louisiana), en una declaración el miércoles.

Si finalmente los republicanos se imponen en la Cámara, estarán en condiciones de dictar la agenda en Washington, ayudando a Trump a cumplir su promesa de reducir drásticamente los impuestos y restringir la inmigración, durante al menos los próximos dos años, hasta las elecciones legislativas de 2026.

Los resultados también garantizaron que los republicanos en el Senado podrían ayudar a Trump a nombrar jueces conservadores y personal gubernamental, destacó Reuters.

Los republicanos tenían además la oportunidad de ampliar aún más su mayoría en el Senado, ya que sus candidatos aventajaban a los demócratas en Pennsylvania y Nevada. En cualquier caso, los republicanos no conseguirán la mayoría de 60 votos necesaria para sacar adelante la mayoría de las leyes en el Senado.

Los demócratas ahora necesitan ganar al menos siete bancas para tomar el control de la Cámara de 435 escaños, pero sus oportunidades de lograrlo fueron disminuyendo gradualmente, a medida que los republicanos en el poder ganaban reñidas contiendas por la reelección en Colorado, Iowa, Nueva Jersey y Virginia.

Con al menos 200 escaños asegurados para cada partido, el bando ganador probablemente terminará con una mayoría estrecha que podría dificultar la gobernabilidad. Esto ha sido evidente en los últimos dos años, cuando las luchas internas republicanas han llevado a votaciones fallidas y agitación en el liderazgo y han socavado los esfuerzos del partido por recortar el gasto y endurecer la inmigración.

Las reñidas contiendas en los estados fuertemente demócratas de Nueva York y California, podrían determinar el control de la Cámara, y California normalmente tarda varios días en contar sus votos.