No fue el primer viaje de Sofía Piñeiro a Gaza desde que el conflicto se desató en Medio Oriente, cuando Hamas atacó a Israel el 7 de octubre pasado. Y en su segundo recorrido por las destruidas calles de Khan Younis, la coordinadora de enfermería de Médicos Sin Fronteras (MSF) aseguró que la situación sigue empeorando día a día, rompiendo sus propios récords negativos.
El organismo de ayuda humanitaria compartió a La Tercera las declaraciones de Piñeiro, argentina de nacimiento que actualmente está trabajando en el Hospital Nasser, en Khan Younis. En febrero de este año ya había estado en Rafah en el momento en que la ofensiva israelí se centraba en donde actualmente se encuentra. Ahora, la situación es inversa. Y la energía se acaba.
“No hay un solo palestino que todos los días no te diga las ganas que tiene de que esto termine de una vez. Que por favor basta, que ya es demasiado. Ya es demasiado hace mucho tiempo y es una sensación que cada vez se hace más profunda”, relató.
En el audio, Sofía Piñeiro relata cómo es el día a día en Gaza, donde ir al hospital “significa tener que esquivar una calle tras otra, una cuadra tras otra. Los edificios están totalmente destruidos y bombardeados. Se pueden ver los escombros y cómo la gente ha tenido que acomodarse en esta misma zona, totalmente destruida, después de la evacuación de Rafah”.
Y añade: “El nivel de destrucción que hay en la Franja de Gaza es realmente muy shockeante. Es una ciudad en ruinas”.
“El sistema de salud, que ya estaba al límite, va redefiniendo la línea del colapso día a día y cada vez se logran hacer cosas fuera de lo pensado, fuera de lo médicamente posible. Ya no quedan grandes hospitales brindando atención y los que hay, se encuentran totalmente por encima de su capacidad. Faltan muchísimos insumos, medicamentos, no hay camas suficientes para brindar atención y la población ya está muy dañada después de nueve meses de guerra”, añadió, respecto al presente sanitario del enclave.
El lugar en el que trabaja la coordinadora de enfermería de MSF ha estado en el centro de la atención luego de que el ejército israelí ordenara a los palestinos que actualmente viven en Khan Younis que evacuaran el centro y este de la ciudad.
Según estimaciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU), más de 60.000 palestinos se desplazaron hacia el oeste de la ciudad a 72 horas de la orden israelí, el miércoles pasado. Luego, el domingo 11, las fuerzas armadas volvieron a exigir el retiro de palestinos desde zonas de Khan Younis que el propio ejército había designado como “zonas humanitarias” en el norte la urbe.
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) aseguró que, entre el 22 y el 27 de julio, unas 200.000 personas fueron evacuadas de Khan Younis durante la incursión terrestre israelí.
Pero los desplazados no son el único drama que aqueja a los habitantes de la zona. Según Sofía Piñeiro, “la cantidad de heridos y muertos que está dejando esta guerra no solo son por los bombardeos, sino también por la cantidad de pacientes que no reciben la atención médica que necesitan. Se están muriendo pacientes por enfermedades relacionadas a infecciones en el agua contaminada; se están muriendo niños en la neonatología por no tener la cantidad de insumos y la atención que deberían”.
También incluye los desplazamientos como parte del problema, ya que ve que “las personas, que ya están muy cansadas, están perdiendo su capacidad de adaptación y su resiliencia porque ya son nueve meses de vivir esta situación, de tener que mudarse a través del enclave buscando refugio, viviendo en tiendas tras la destrucción de sus casas, y sufriendo las pérdidas de familiares, amigos y de su vida tal como la conocían”.
Y el agotamiento ya está pasando la cuenta. “La gente está muy cansada, muy derrotada. Lo puedo ver en las caras del personal, cómo ha cambiado desde febrero hasta ahora”, cerró la coordinadora de enfermería de Médicos Sin Fronteras.