Mientras la pandemia sigue causando estragos en América y las cifras de muertes y contagios están disparadas en el continente, la carrera por la vacuna para frenar al Covid-19 continúa a toda velocidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ve factible que al menos dos de los laboratorios la tengan lista antes de final de año, si bien es cierto que son 17 las que ya se encuentran en pruebas clínicas. La AZD1222 de la Universidad de Oxford-AstraZeneca (Reino Unido), la mARN-1273 de Moderna (EE.UU.), y la CoronaVac de Sinovac Biotech (China), van por buen camino e incluso ya han empezado a experimentar con humanos.
“Si todo va bien, tendremos los resultados de los ensayos clínicos en agosto/septiembre. Teniendo en cuenta que estamos fabricando en paralelo, estaremos listos para entregar a partir de octubre, si todo va bien”, aseguró días atrás el director del Instituto Jenner de la Universidad de Oxford, Adrian Hill. Su coalición con la farmacéutica AstraZeneca quiere lograr una producción de 2.000 millones de dosis en un año.
Y en esta carrera, América Latina ya comenzó a mover sus fichas. Investigadores en Brasil comenzaron a probar en voluntarios la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford, informó la Universidad Federal de Sao Paulo (Unifesp), que coordina el estudio en el país. Las primeras dosis se comenzaron a aplicar el martes pasado a trabajadores de la salud con una alta probabilidad de entrar en contacto con el virus. Las pruebas se realizarán también en Río de Janeiro. “El objetivo es entregar la vacuna a Brasil a finales de este año”, dijo Fraser Hall, presidente de AstraZeneca en el país, a la revista Veja. El viceministro de Salud de Brasil, Elcio Franco, anunció el sábado un acuerdo que le permitirá al país adquirir 100 millones de dosis de esta vacuna, así como producirla luego “en los laboratorios de la estatal Fiocruz gracias a la transferencia de tecnología”.
Otra vacuna contra el Covid-19, desarrollada por Sinovac Biotech, debería comenzar a probarse en Brasil el próximo mes, en asociación con el Instituto Butantã, vinculado al gobierno del Estado de Sao Paulo. Se estima que estará disponible en junio de 2021, si pasa las pruebas. La farmacéutica china esperar producir 100 millones de dosis al año. La Unifesp también está en conversaciones para probar una posible vacuna desarrollada por el Instituto Nacional Lazzaro Spallanzani de Italia, dijo la rectora Soraya Smaili.
Según el diario Folha de S. Paulo, el ministro interino de Salud, general Eduardo Pazuello, dijo que, además de la asociación con Oxford, deberían lograrse acuerdos similares con un laboratorio chino y otro estadounidense para la producción de la posible vacuna. Mientras tanto, el Instituto Butantã, en Sao Paulo, y Bio-Manguinhos (unidad productora de inmunobiológicos de Fiocruz), en Río de Janeiro, -los dos mayores productores de vacunas de Brasil- ya han preparado sus fábricas para hacerse cargo de esta producción lo antes posible.
Sinovac Biotech también puso sus ojos en Chile para probar su vacuna. El ministro de Salud, Enrique Paris, confirmó la invitación de China a participar en la fase 3 de las pruebas. “Es un reconocimiento que hace otro país a la calidad científica de nuestro país y que será coordinado por el Ministerio de Ciencia”, sostuvo. Investigadores del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia y de la Vicerrectoría de Investigación de la Universidad Católica estarán a cargo del estudio clínico para conocer la eficacia de la CoronaVac. El embajador chileno en China, Luis Schmidt, adelantó que Beijing está interesado que Chile “sea el gran proveedor de vacunas para América Latina”.
Pero la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, confirmó que no se trata de la única alternativa que baraja el Ejecutivo. “El ministro de Ciencia (Andrés Couve) se encuentra explorando, junto a un equipo de expertos (...), la posibilidad de otro tipo de vacunas”, dijo. Couve reconoció que se evalúa participar en ensayos de otras vacunas que se desarrollan en Francia, Alemania y Reino Unido. “No nos hemos cerrado a ninguna opción”, señaló.
Cuatro son los proyectos que México presentará este 30 de junio ante la Coalición para las Innovaciones de Preparación para Epidemias (CEPI) con el objetivo de competir a nivel internacional para obtener uno de los tres financiamientos que esa institución de la OMS destinará para la elaboración de una vacuna, informó el diario El Universal.
La primera de las iniciativas está liderada por la doctora Laura Palomares del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); el segundo lo encabeza el laboratorio Avimex -que tiene mucha experiencia en vacunas veterinarias- y trabaja en colaboración con investigadores del Instituto Mexicano del Seguro Social y de la UNAM; el tercer proyecto pertenece a la Universidad de Querétaro; y el cuarto tiene a la cabeza a la Universidad de Baja California y al Tecnológico de Monterrey. La vacuna que se desarrolla en la UNAM ya está en la primera fase de evaluación en modelo animal y se espera que para 2021 se inicien las pruebas clínicas en humanos.
Investigaciones locales
En Argentina, por su parte, científicos de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) están avanzando hacia el desarrollo de vacunas orales e inyectables contra el Covid-19. El proyecto está en etapa preclínica. “Para independizarse y tener soberanía, la mayoría de los países desarrollados y medianamente desarrollados se han lanzado al desarrollo de su propia vacuna. Nosotros también nos hemos sumado”, afirmó a la Agencia CyTA Juliana Cassataro, jefa de laboratorio en el Instituto de Investigaciones Biotecnológicas Dr. Rodolfo Ugalde, que depende de la Unsam y del Conicet.
Desde Córdoba, Hugo Luján, investigador del Centro de Investigaciones y Desarrollo en Inmunología y Enfermedades Infecciosas, del Conicet y la Universidad Católica de Córdoba, también está dando los primeros pasos para una vacuna oral a partir de una plataforma que ya está probando para dengue, virus sincicial y hanta, informó el diario La Voz.
Una vacuna contra el Covid-19 diseñada en Perú ya comenzó a probarse en alpacas, después de haber tenido resultados satisfactorios en gallinas, confirmó a EFE el laboratorio a cargo de los estudios, Farvet. La proteína fue diseñada junto al Laboratorio de Bioinformática y Biología Molecular de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, que usó varias secuencias del genoma del virus, entre ellas una de Perú, de una cepa aislada por el Instituto Nacional de Salud. En paralelo, altos ejecutivos y profesionales peruanos vinculados al sector salud se han organizado en forma voluntaria en el “Comando Vacuna”, para ayudar al gobierno a gestionar su adquisición y aplicación. “Lo que queremos es que Perú tenga esta vacuna apenas esté”, dijo el ejecutivo Carlos Neuhaus al diario La República.
Una potencial vacuna contra el coronavirus en Cuba, la CIGB 258, fue registrada e incluida de manera oficial en los protocolos de tratamientos de la enfermedad, explicó la científica María del Carmen Domínguez, jefa del proyecto del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología. Los cubanos también tienen expectativas de poder beneficiarse con vacunas desarrolladas por Rusia, tras el anuncio de que, al menos, dos instituciones científicas de ese país podrían iniciar en septiembre su fabricación en serie. “Casi seguro nuestra población estará beneficiada el día que aparezca esta vacuna”, aseguró Francisco Durán, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública de Cuba.