Era “espiada desde el jueves mediante un dron”, indicó el diario Le Nouvelliste. La prisión de Puerto Príncipe fue atacada este sábado 2 de marzo, en lo que se asemeja a una “Toma de la Bastilla” con un objetivo muy claro: el primer ministro haitiano Ariel Henry. “Los bandidos irrumpieron en la penitenciaría nacional de Puerto Príncipe y permitieron la fuga de un cierto número de reclusos”, informó la embajada de Francia en la capital haitiana en un comunicado de prensa, invitando a los residentes a ser “cautelosos” y a abstenerse de “desplazarse”.
Entre “un número importante de prisioneros liberados” por los atacantes, se encuentran “miembros importantes de bandas muy poderosas”, informa la Gazette d’Haïti. Varios presos comunes, conocidos líderes de pandillas, e incluso acusados del asesinato del Presidente Jovenel Moïse, fueron encarcelados en este establecimiento penitenciario, situado a unos cientos de metros del palacio nacional, añade Le Nouvelliste. Sin embargo, no hay detalles sobre el número o el perfil de los detenidos fugados.
Al menos cuatro agentes de policía han muerto desde el jueves y decenas de personas han resultado heridas. La violencia de esta semana tiene como objetivo obligar al Primer Ministro a dejar el poder. Las bandas, unidas bajo el lema “Vivir Juntos”, han llevado a cabo ataques coordinados en la capital. Se dirigen en particular a lugares estratégicos como la prisión civil, el aeropuerto internacional y los edificios policiales.
Los habitantes de Puerto Príncipe con las manos en alto, se han visto obligados a huir en medio de intercambios de disparos. La capital haitiana ha vuelto a estar sumida en el caos, escenario de sangrientos enfrentamientos entre la policía y bandas criminales. “Iba a recoger a mis hijos, es imposible. Ni siquiera puedo volver a casa”, confiesa un entrevistado a France TV. El primer ministro Ariel Henry viaja a Kenia en busca de refuerzos para luchar contra los grupos criminales con el próximo establecimiento de una fuerza policial internacional.
En un vídeo publicado en las redes sociales antes de los ataques, el poderoso líder de las bandas, Jimmy Chérisier alias “Barbecue”, afirmó que “todos los grupos armados actuarán para obtener la salida del primer ministro Ariel Henry”. “Utilizaremos todas las estrategias para lograr este objetivo. Asumimos la responsabilidad de todo lo que está pasando en las calles en este momento”, añadió.
Estos ataques del 29 de febrero coinciden con el vigésimo aniversario del golpe que derrocó del poder al Presidente Jean-Bertrand Aristide. Diversas versiones, consignadas en medios locales, apuntan a que el Palacio Nacional podría ser el siguiente objetivo de los grupos armados, que buscan ganar fuerza antes de la llegada a Haití de la misión multinacional de apoyo a la seguridad que encabezará Kenia.
Chérizier también advirtió el viernes que seguirá intentando derrocar al primer ministro Ariel Henry, y pidió a las familias que impidan que los niños vayan a la escuela para “evitar daños colaterales”, mientras aumenta la violencia en la capital.
Se han detectado intensos disparos y alteraciones del tráfico en algunos sectores de Puerto Príncipe, indicó en sus redes sociales la embajada de Estados Unidos en Haití. “La batalla durará el tiempo que sea necesario. Seguiremos luchando contra Ariel Henry. Para evitar daños colaterales, mantengan a los niños en casa”, dijo el líder pandillero en una conferencia de prensa. Chérizier es un exoficial de policía, y es el líder de una alianza de pandillas que trastornó al país cuando bloqueó su mayor terminal petrolera en 2022.
Por su parte, el primer ministro haitiano, Ariel Henry, se comprometió a celebrar elecciones generales antes del 31 de agosto del próximo año, según lo anunció la Comunidad del Caribe (CARICOM) en un comunicado emitido el jueves, un día después de que concluyera una cumbre regional en Guyana. La CARICOM informó, además, que desplegará un equipo de evaluación de necesidades electorales antes del 31 de marzo, para respaldar la planificación y establecimiento de las instituciones pertinentes.
El viernes, Kenia y Haití firmaron un acuerdo de seguridad que Nairobi espera que disipe las objeciones de un tribunal nacional sobre su plan de enviar 1.000 policías para dirigir una misión respaldada por la ONU, cuyo objetivo es abordar la violencia de las bandas en el país caribeño.
En julio del año pasado, Kenia anunció sus planes para liderar la misión en Haití, donde las bandas controlan la mayor parte de la capital y casi 5.000 personas perdieron la vida debido a la violencia durante el año anterior.