Con un promedio de contagios diarios en los últimos siete días de 11.423, el Covid-19 no da tregua en Argentina. El promedio semanal de muertes diarias se sitúa en su nivel más alto desde el inicio de la pandemia en marzo, con 385 fallecidos al día. Por otro lado, el porcentaje de ocupación de camas UCI llega al 61,1% en todo el país y a un 65% en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Las que podrían ser las peores semanas de Argentina frente a la pandemia vienen acompañadas también de un factor político que preocupa al gobierno. El Presidente Alberto Fernández perdió aquel gran apoyo que le valieron las primeras semanas de la crisis sanitaria y su contundente respuesta.
Las encuestas sitúan la imagen positiva del Presidente entre un 35% y un 41%, una cifra incluso menor de la que gozaba a principios de año y casi 30 puntos porcentuales por debajo de la favorable cifra que consiguió a fines de marzo, justo después de implementar una estricta cuarentena el 20 de marzo, la cual todavía sigue, de alguna u otra manera, activa.
“A mediados de marzo dicta la cuarentena, suspende las clases, se pone en el rol del padre protector, se conecta con una sociedad que en ese momento tenía una sola angustia, que era la salud. Eso lo hace crecer 30 puntos de imagen positiva, que se va de 37% a 68%. Después el proceso es todo hacia el desgaste”, explica a La Tercera el analista político argentino Jorge Giacobbe.
De hecho, un 38% cree que Alberto Fernández está gestionando “muy mal” la crisis del coronavirus, frente a un 25,4% que estima que lo está haciendo muy bien.
La consultora argentina Synopsis también registra esta fuerte caída de la imagen del Presidente transandino, con un 69,2% de apoyo favorable a fines de marzo y un 41,4% a la fecha. Según Lucas Romero, quien dirige Synopsis, en este fenómeno inciden tres factores: “Uno es el económico. Venimos con una economía en recesión desde mediados de 2018, y el principal mandato que recogió Alberto Fernández era el de poner en marcha la economía. Ese mandato hoy sigue incumplido y algunas decisiones en esta última etapa están generando más incertidumbre”, explica a La Tercera.
El factor Cristina
Al tema económico también se suma el factor sanitario, “probablemente muy vinculado a una estrategia del gobierno de sostener cuarentenas por un tiempo muy prolongado sin medir las consecuencias económicas y el desgaste psicológico y emocional de la gente”, agrega Romero.
Por último, según el experto, el tercer factor tiene que ver con los cambios de liderazgo de Alberto Fernández y una “mimetización” de su imagen con la de la exmandataria y hoy vicepresidenta, Cristina Kirchner. “(Fernández) asume la Presidencia con un liderazgo diferenciado del de Cristina Kirchner. Nos decía en la campaña ‘voy a gobernar yo, no va a gobernar Cristina Kirchner’, ‘esto es distinto al kirchnerismo’. Hoy estamos viendo lo que denominamos una suerte de ‘mimetización’ de la imagen de Alberto Fernández con la de Cristina Kirchner. Son imágenes que cada vez se parecen más, y eso afecta ese perfil moderado que había presentado Alberto Fernández”, explica Romero.
Pero en lo que concierne específicamente a la pandemia, los argentinos ya no aplauden en mayoría las decisiones del gobierno. En marzo, el 85% apoyaba la extensión de la cuarentena, sin embargo, hoy solo el 35% está de acuerdo con ello, según la encuesta de Giacobbe & Asociados.
“La combinación de haber hecho un esfuerzo muy prolongado en el tiempo por parte de la gente y la ausencia de resultados que acompañen ese esfuerzo, está produciendo ese deterioro en los niveles de aprobación de cómo el gobierno gestionó esta crisis, y eso está impactando también en la imagen del gobierno”, concluye Romero.
Incluso, el diario Clarín se pregunta si “¿se diluye el ‘efecto herencia’?”, puesto que hoy más argentinos comienzan a apuntar a Fernández por la crisis actual y “a deslindar un poco de las responsabilidades a Mauricio Macri”.