Crisis por planta nuclear de Zaporiyia: sufre “desconexión total” por primera vez y se activan alarmas

El director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica, Rafael Grossi, se reunió con diplomáticos rusos para una extensa discusión técnica sobre las visitas propuestas y tuiteó que una inspección del organismo a la tomada planta ucraniana era “inminente”.


Las alarmas se encendieron luego que la planta nuclear de Zaporiyia, controlada por Rusia, sufriera una “desconexión total” de la red eléctrica de Ucrania el jueves por primera vez en su historia, según dieron a conocer las autoridades de la compañía nuclear estatal ucraniana, Energoatom.

La intensificación de los combates en torno a la planta, que es la más grande de Europa, ha provocado crecientes temores de una catástrofe nuclear. Las dos partes se han culpado mutuamente por los ataques, mientras que los líderes mundiales han pedido una zona desmilitarizada alrededor del sitio.

Un funcionario de energía que declinó ser identificado dijo a Reuters que los dos reactores desconectados estaban siendo alimentados por generadores diésel. Cada unidad de potencia -que incluye un reactor, un sistema de refrigeración y otros equipos- tiene tres generadores diésel de la era soviética que “no pueden funcionar durante semanas”, indicó la fuente.

Sin embargo, ya en la tarde se informó que se habían conectado nuevamente. Y se reportó que el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, había hablado con el mandatario ucraniano, Volodymyr Zelensky.

“Si los generadores diésel no se hubieran encendido, si la automatización y nuestro personal de la planta no hubieran reaccionado después del apagón, entonces ya estaríamos obligados a superar las consecuencias del accidente de radiación”, advirtió el jueves por la noche el mandatario ucraniano.

Rusia, que invadió Ucrania en febrero, capturó la central de Zaporiyia en marzo y la controla desde entonces, aunque sigue siendo operada por técnicos ucranianos de Energoatom.

Ucrania advirtió que Rusia planeaba desconectar la planta en un esfuerzo potencialmente arriesgado para desviar su energía a la red rusa. Así, las dos últimas unidades de energía en funcionamiento en el sitio en el sur de Ucrania fueron desconectadas el jueves después de los incendios cercanos provocados por los bombardeos, dijo Energoatom, en un comunicado publicado en Telegram.

Captura de una grabación durante ataque militar a la central de Zaporiyia.

“Como resultado, las dos unidades de energía en funcionamiento de la estación fueron desconectadas de la red”, indicó la compañía de energía, culpando a las fuerzas rusas por el incidente. “Por lo tanto, las acciones de los invasores provocaron una desconexión completa de la ZNPP de la red eléctrica, la primera en la historia de la planta”.

Los incendios se produjeron en los pozos de cenizas de una planta de carbón cerca de la planta nuclear, sostuvo la empresa. Los sistemas de seguridad de la planta nuclear funcionaban normalmente y se estaba trabajando para reconectar uno de los bloques de energía a la red, agregó la compañía.

Los sistemas de seguridad en la planta se activaron después del corte de energía, dijo un funcionario local, según la agencia de noticias estatal rusa RIA Novosti.

La interrupción en el complejo nuclear se desarrolló cuando la ciudad de Enerhodar, donde se encuentra la planta, sufrió una falla en el suministro de energía. “Enerhodar una vez más se encontró al borde de un desastre humanitario”, dijo el alcalde Dmytro Orlov en un comunicado en Telegram.

“Hoy, como resultado del bombardeo enemigo, la ciudad quedó completamente sin electricidad ni agua”, dijo. “Ahora estamos averiguando qué tan crítica es la situación y si se puede corregir en un futuro cercano”.

En una actualización posterior, Orlov dijo que la restauración del suministro de energía había comenzado “gracias a los empleados de las empresas de servicios públicos y especialistas de la (planta de energía)”. “Después de culminar este proceso, se iniciará la conexión de la estación de bombeo de aguas negras, y el siguiente paso será la restauración de los pozos en la toma de agua potable”, aseguró.

Reacción internacional

En medio de este escenario, una carta bipartidista enviada a la Casa Blanca instó al Presidente Joe Biden a que tome medidas urgentes para hacer del deterioro de la situación en la planta de energía nuclear de Zaporiyia una prioridad de su gobierno y exigir una inspección inmediata por parte de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), antes de que su ocupación provoque un desastre radiológico transnacional.

La carta, firmada por los exsubsecretarios de Energía del gobierno de EE.UU. para la seguridad nuclear y los secretarios de Estado adjuntos para la no proliferación y el control de armas, que fue vista por The Wall Street Journal, se suma a la presión sobre Biden para que haga más para abordar la ocupación rusa de la planta nuclear, que ha transformado la instalación de 6,7 gigavatios en una base militar.

La administración Biden y varios líderes de la Unión Europea han pedido el cese inmediato de las operaciones militares alrededor de la planta y que la AIEA, el regulador nuclear de las Naciones Unidas, la visite “tan pronto como sea posible para inspeccionar los sistemas de seguridad”.

El miércoles, el director general de la AIEA, Rafael Grossi, se reunió con diplomáticos rusos para una extensa discusión técnica sobre las visitas propuestas y tuiteó que una inspección del organismo a Zaporiyia era “inminente”. El jueves, se reunió con el Presidente francés Emmanuel Macron para discutir la posible visita, mientras que el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, le dijo a su homólogo francés sobre la disposición de Moscú para ayudar a los inspectores, según la agencia de noticias estatal TASS.

La oposición de Rusia a que se realice un viaje a la planta a través del territorio controlado por Ucrania se ha suavizado en los últimos días, dijeron otros diplomáticos de la AIEA al diario The Wall Street Journal. Sin embargo, se mostraron escépticos ante un avance inminente. Ucrania pidió el miércoles una misión permanente de expertos nucleares y militares en la planta para proteger “la seguridad de Europa”.

Un soldado del Ejercito ucraniano observa el humo de los bombardeos en Irpin, el 4 de marzo de 2022. Foto: Europa Press

El peligro en torno a Zaporiyia ha desencadenado la crisis de seguridad nuclear más reciente y más peligrosa de Ucrania desde el desastre de Chernobyl en 1986, y dejó a la AIEA luchando por obtener detalles sobre las condiciones dentro de una planta que ahora dice que está “fuera de control”.

Además de los riesgos para la integridad física del edificio a causa de los bombardeos, la AIEA dijo que la falta de monitoreo regular de la radiación fuera del sitio, el bloqueo de repuestos, combustible y suministros, y la falta de personal y el agotamiento colectivo representan una crisis de seguridad nuclear.

“Cualquiera que comprenda los problemas de seguridad nuclear ha estado temblando durante los últimos seis meses”, dijo a la agencia The Associated Press, Mycle Schneider, consultor independiente sobre industria nuclear mundial, antes del último incidente en la planta.

Ucrania no puede simplemente cerrar sus plantas nucleares porque depende en gran medida de ellas, y sus 15 reactores en cuatro estaciones proporcionan aproximadamente la mitad de su electricidad. Aún así, un conflicto en curso cerca de una planta atómica en funcionamiento es preocupante para muchos expertos que temen que una instalación dañada pueda conducir a un desastre.

Abusos y torturas

Las precarias condiciones de trabajo en la planta y los recientes bombardeos en la instalación han despertado la alarma mundial. La agencia de inteligencia militar británica publicó el jueves nuevas fotos satelitales que muestran equipos militares rusos estacionados cerca de los reactores en funcionamiento.

Trabajadores de la planta dijeron al diario The Daily Telegraph, que las fuerzas de seguridad rusas están torturando al personal en la planta nuclear para evitar que informen a los inspectores de la ONU sobre los riesgos de seguridad.

“A todos nos preocupa la posible visita de los representantes de la AIEA. Que organizarán algunas provocaciones y luego culparán a Ucrania. Parece que eso es exactamente lo que planean hacer”, afirmó un ingeniero.

“Tomaron a nuestra gerencia por las pelotas: durante el período de la visita, planean minimizar la presencia de nuestro personal, y colocar en cada sala de control a un par de sus representantes, quienes gritarán cómo estaban esperando la ‘liberación del régimen de Kiev’”, continuó.

El empleado, cuya identidad The Daily Telegraph ha confirmado pero no ha publicado, agregó que varios miembros del personal habían sido arrestados en su casa o camino al trabajo.

“Ahora entiendo que su Ejército es débil, pero su servicio FSB está funcionando. Uno de sus métodos aquí es llevar a los trabajadores de la sala de control al sótano”, dijo el ingeniero, usando un coloquialismo ruso para referirse a la detención y tortura por parte de la policía secreta.

“Nuestra gerencia guarda silencio al respecto, para no crear pánico, pero las personas que regresan después de esas ‘conversaciones’ en el sótano no dicen nada en absoluto. No será una sorpresa si durante la misión de repente comienzan a decir lo que se les dijo que dijeran”.

Antes de la guerra, más de 11.000 personas trabajaban en la planta de Zaporiyia, una de las cuatro centrales nucleares que proporcionan aproximadamente la mitad de la electricidad de Ucrania.

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