A través de un mensaje en Twitter, la propia expresidenta argentina Cristina Fernández (2007-2015), actualmente senadora, confirmó hoy que se presentará hoy ante el juez Claudio Bonadio para declarar dentro de la investigación de la llamada causa de "los cuadernos de las coimas", la presunta red de sobornos de empresarios a funcionarios del kirchnerismo.

"Pongamos todo nuestro esfuerzo y energía en acompañar y ayudar a aquellos que lo están pasando muy, pero muy mal, en esta verdadera catástrofe económica y social que es el gobierno de Mauricio Macri", solicitó Fernández, quien no reveló si declarará o presentará un escrito ante el juez. Sin embargo, el periódico Perfil aseguró hoy que la senadora, como otras veces, solo dejará un escrito en el juzgado de Bonadio.

La exmandataria pidió "por favor" a la militancia kirchnerista que no se concentre en los tribunales federales de Comodoro Py, en Buenos Aires, para acompañarla, como en otras ocasiones que ha comparecido ante la Justicia.

Su comparecencia tendrá lugar dos días antes de que el Senado debata si autoriza a Bonadio a registrar los domicilios y la oficina de la expresidenta, que cuenta con fueros parlamentarios por integrar la Cámara Alta desde diciembre de 2017.

El objetivo del magistrado, según EFE, es hallar información relacionada con un caso en el que se investiga si Fernández formó parte de una red en la que empresarios supuestamente realizaban sobornos de millones de dólares en efectivo a miembros de su gobierno y el de su fallecido esposo, Néstor Kirchner (2003-2007).

Al respecto, el diario Clarín informó hoy que el empresario Carlos Wagner, que declaró como "arrepentido" en la causa de los cuadernos y bolsos K, involucró directamente a Fernández como jefa del sistema de recaudación ilegal que él mismo contribuyó a armar.

Así, Wagner habría afirmado en su declaración que Cristina estaba al tanto de todo lo que pasaba y hasta sabía al detalle de cómo marchaba la "recaudación" entre empresarios que ejecutaban Roberto Baratta (mano derecha del exministro de Planificación, Julio De Vido) y otros.

Hoy el diario La Nación, que fue el que destapó el caso tras la publicación de los cuadernos escritos por Óscar Centeno, el exchofer de Baratta, detalló, citando a Wagner, cómo se arreglaban las licitaciones y cómo se recaudaba el dinero: por cada 100 pesos más IVA (121 pesos) que se pagaban para que se emplearan trabajadores y se comprara material, 100 volvían a través de la línea Baratta, De Vido y Kirchner, y solo 21 iban a la obra pública.

Si lo que Wagner dice es verdad, afirma Clarín, los Kirchner habrían recibido casi US$ 3 millones por día en sobornos. Sería un promedio en sus 12 años y medio de gobierno. Y sólo por las obras públicas.

Sin embargo, en el escrito que Fernández presentaría hoy, sostiene Perfil, la expresidenta negará ser la jefa de una supuesta asociación ilícita, recusará a Bonadio y pedirá la nulidad de la causa. Según el periódico, la defensa de la senadora recusará al juez por "enemistad manifiesta". Además del escrito, los abogados de la exmandataria trabajan para presentar en los próximos días pruebas que desestimarían a Centeno. Buscarían declararlo "insano", citando para ello un antiguo fallo de la Justicia de San Martín.

Con todo, para el columnista de La Nación, Joaquín Morales Solá, Cristina se encontraría "cada vez más acorralada", como escribió hoy.