La expresidenta de Argentina Cristina Fernández participó hoy en un acto junto al influyente líder sindical de los camioneros, Hugo Moyano, con quien mantuvo un enfrentamiento mientras gobernaba, en su primera aparición pública tras el escándalo de corrupción que la involucra.

El reencuentro entre Fernández de Kirchner y Moyano se produjo en el marco de una jornada del sindicato de mecánicos, Smata, en la localidad de Cañuelas, en el conurbano de Buenos Aires, un evento cerrado a la prensa y del que no se hizo pública la actividad de la expresidenta (2007-2015), que había generado una gran expectación.

"Es un gesto, nos encontramos y nos sacamos una foto", dijo a la salida del acto Hugo Moyano, que explicó que la exmandataria no se refirió al escándalo que tuvo origen en unos supuestos apuntes que dejaban constancia de sobornos; "no habló de las libretas, ¿qué va a decir? Hoy son cuadernos, mañana libretas y después libretitas", afirmó.

Moyano es el secretario general del Sindicato de Choferes de Camiones, y tuvo importantes desencuentros con Fernández, aunque ahora mantiene un enfrentamiento con el Gobierno de Mauricio Macri.

El sindicalista aseguró que lo que les hace acercarse son "las políticas que lleva adelante el Gobierno", y declaró que "está trabajando con todos los sectores del peronismo -movimiento al que pertenece Fernández- y los grupos sociales, sindicales y políticos para hacer un frente".

Sobre las disputas que protagonizó con la expresidenta, Moyano les restó importancia señalando que "cada uno tenía una posición, yo estaba en la oposición ella en el Gobierno", y no quiso valorar la causa de supuesta corrupción que por la que un juez ha citado a Fernández y solicitado allanar su vivienda, y ha detenido a varios ex altos cargos kirchneristas, además de empresarios.

"Yo lo que opino es cómo se caga de hambre la gente", dijo Moyano al esquivar las preguntas por el escándalo.

Este miércoles salió a la luz, con una docena de detenciones, la causa judicial que investiga los pagos de millones de dólares en efectivo que supuestamente hicieron varios empresarios de obra pública a miembros de los gobiernos kirchneristas (2003-2015).

El caso se desencadenó por una investigación del diario La Nación, basada en las anotaciones que durante más de una década tomó supuestamente el chófer de uno de los colaboradores más cercanos al entonces ministro de Planificación Federal, Julio De Vido.