Intentó excusar su asistencia para la lectura de la acusación en su contra, pero finalmente Cristina Fernández volvió a los tribunales de Comodoro Py, para la segunda jornada del juicio oral y público por presuntas irregularidades en la asignación de obras públicas en Argentina. Durante las cuatro horas de audiencia, la senadora leyó una revista, tomó notas y miró su celular.
Poco antes de las 9.30 Cristina Fernández llegó al centro de justicia y tras bajar del vehículo que la transportaba, en compañía de sus abogados, la líder del kirchnerismo saludó sonriente a las cámaras y a sus seguidores, que entre gritos manifestaron su respaldo a la ahora candidata a la Vicepresidencia del país.
Al interior de la sala AMIA, los 12 acusados se ubicaron en los mismos sitios que ocuparon durante la primera audiencia celebrada el martes 21 de mayo. Tres hileras más atrás del empresario Lázaro Báez y del exministro de Planificación, Julio De Vido, Cristina se sentó en la última fila para escuchar parte de las 538 páginas del escrito elaborado por los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques, del Tribunal Oral Federal 2 (TOF2) sobre la causa Vialidad, que investiga la concesión de 52 obras públicas al Grupo Báez, entre 2003 y 2015.
Para pasar el rato -mientras de manera intercalada tres secretarios avanzaban con la presentación de la causa- Cristina aprovechó de leer la última edición de la revista Contraeditorial, titulada "Cambio de ciclo", con un análisis de la nueva fórmula Fernández-Fernández, integrada por la exmandataria y su exjefe de gabinete, Alberto Fernández. También dedicó tiempo a la lectura de otros temas, como la situación económica del país y la deuda con el Fondo Monetario Internacional.
En otros momentos, la senadora tomó notas, revisó su celular y también realizó comentarios a sus abogados, Alberto Bernaldi y Ary Llernovoy, quienes se sentaron a su costado.
Procedimientos judicial
La segunda jornada del juicio oral estuvo marcada por la presencia del exministro de Economía, Axel Kicillof; el exsecretario de la Presidencia, Oscar Parrilli; los diputados Martín Sabatella y Cristina Álvarez y la de distintas figuras públicas, como las actrices y cantantes Luisa Kuliok, Teresa Parodi, Dolores Solá, Paola Barrientos y Liliana Vitali. Todos se mantuvieron al interior de una sala habilitada para el público, que se encuentra separada del aula principal de audiencias.
Un ejemplar del libro Sinceramente al interior de la sala, llamó la atención de la prensa que cubrió la audiencia. Tal como se observa en una de las imágenes difundidas por los medios locales, sobre una de las mesas se pudo ver el ejemplar de tapa azul firmado por Cristina K, que llevó Federico Paruolo, abogado del extitular de la Dirección Nacional de Vialidad Nelson Periotti. El texto, presentado en la última Feria del Libro de Buenos Aires, el pasado 9 de mayo, se ha convertido en un fenómeno de ventas, con más de 215 mil libros en las calles y una orden de reimpresión de otras 95 copias.
Ante el pedido de la defensa de De Vido para que el exministro acusado no esté presente en lo que resta del procedimiento judicial, el tribunal negó la solicitud, a diferencia de la autorización dada anteriormente a Cristina K "siempre y cuando acredite debidamente la superposición de las funciones de la labor parlamentaria con la celebración de cada una de las audiencias de debate".
A las 14.06 cuando el tribunal dio por terminada la lectura -todavía restan 380 páginas- hasta el próximo lunes 3 de junio, Cristina Kirchner fue la primera en abandonar la sala, mientras el exsecretario de Obras Públicas, José López, permaneció en silencio sin conversar con nadie. Se espera que la sentencia se conozca recién en 2020, después de las elecciones.