"Después de 12 años y medio, podemos mirar a los ojos de todos los argentinos. Sólo le pido a Dios que dentro de cuatro años el Presidente pueda, frente a una plaza como esta, decirles a todos los argentinos que también puede mirarlos a los ojos". Con un baño de masas en la emblemática Plaza de Mayo de Buenos Aires, la entonces Presidenta Cristina Fernández se despedía así de sus partidarios el 9 de diciembre de 2015, en la víspera que Mauricio Macri la sucediera en la Casa Rosada.

Dos años y medio después, la exmandataria argentina parece empeñada en "volver a mirar a los ojos" a los argentinos desde los balcones de Balcarce 50. Así, al menos, ya han empezado a insinuarlo varios dirigentes kirchneristas, que dan por seguro que Cristina K competirá en las elecciones de 2019.

Hace unos días, Miguel Ángel Pichetto, jefe de los senadores kirchneristas durante los mandatos de Cristina, aseguró que la actual senadora estará en la papeleta. "La expresidenta va a ser candidata, no entiendo cómo algunos analistas y politólogos en Argentina no entienden eso", afirmó el senador, quien recordó que Fernández lo será "por Unidad Ciudadana, que es su partido". No obstante, advirtió que "si se puede llevar parte del peronismo, se lo va a llevar". Y el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, al ser consultado si creía que Cristina iba a buscar un tercer mandato, respondió: "Coincido con Pichetto". Y a su favor, Cristina K tiene los últimos sondeos que le dan más de nueve puntos de ventaja sobre Macri en una eventual disputa entre ambos.

Pero en mayo pasado la posibilidad de que Fernández fuera candidata no era tan clara. Ese mes el diario Clarín, citando a un alcalde y a un encuestador, afirmaba que la exmandataria había puesto dos condiciones para ir por el sillón presidencial. La primera, garantizar que su hijo Máximo renueve como diputado nacional. Y la segunda, que se diera "un operativo clamor auténtico" en un escenario en que "explota la economía".

Ha sido precisamente este último punto el que, a juicio de los analistas, parece haber precipitado la eventual candidatura de Fernández. "El problema es que en los últimos meses la imagen de Macri se deterioró (ver infografía), en un marco económico complicado. La devaluación del peso y la inflación pegaron fuerte en las expectativas", dice a La Tercera el analista político argentino Julio Burdman, quien destaca que "aún no surgió una figura alternativa". A su juicio, "el peronismo no kirchnerista se estaba preparando para terciar entre el macrismo y el kirchnerismo, y la apuesta tenía sentido. Pero hoy cabe preguntarse si el rápido deterioro de la situación económica no los sorprendió a ellos también".

El director del Semanario Parlamentario, José Angel Di Mauro, coincide en este análisis. "Conociéndola, ella no se ve perdiendo con Macri, por eso apuesta a que la situación económica se deteriore y sus posibilidades crezcan en consecuencia", comenta el periodista argentino a La Tercera. Además, argumenta Di Mauro, Cristina aprovecha la debilidad del justicialismo. "La falta de un candidato propio y taquillero complica al resto del peronismo, que no quiere que ella vaya por fuera (por Unidad Ciudadana) y les reste votos, pero tampoco competir en unas primarias y arriesgarse a perder -lo más probable- y tener que encolumnarse luego detrás de su figura", sostiene.

Además, recuerda Di Mauro, en las elecciones de 2019 se le vence el mandato a buena parte de los legisladores kirchneristas, entre ellos a Máximo Kirchner. Por ello, "Cristina quiere asegurarle fueros, así que (el kirchnerismo) necesita listas propias, no los lugares que les 'ceda' el peronismo formal".

Si bien ha reducido al mínimo sus intervenciones públicas, Cristina K viene acelerando el trabajo político. Según el portal La Política Online, le ordenó a su hijo Máximo que empiece a armar Unidad Ciudadana en todo el país, mientras ella intensifica las conversaciones con los gobernadores peronistas. Además, habría encargado al diputado Eduardo de Pedro la misión de convencer a Sergio Massa, Felipe Solá y Alberto Fernández de la necesidad de ir juntos en 2019, es decir, detrás de su liderazgo. El 11 de agosto se realizará un "plenario militante" en la ciudad de Ensenada, en la provincia de Buenos Aires, donde se activará la campaña presidencial de Unidad Ciudadana.

Con todo, Di Mauro apuesta a que Cristina mantendrá la incógnita hasta último momento. "Creo que será candidata, y que lo va a anunciar recién al final también, fiel a su estilo. Porque si ella deja de ser alternativa, aunque no tenga posibilidades de ganar, el kirchnerismo se apaga".