La criticada ministra alemana de Defensa, Christine Lambrecht, anunció su renuncia el lunes, en medio de un gran proyecto para modernizar el Ejército alemán y de planes de ampliar las entregas de armas a Ucrania.
En un comunicado, Lambrecht indicó que había presentado su renuncia al canciller, Olaf Scholz, y dijo que “los meses de énfasis de los medios en mi persona” habían impedido un debate basado en hechos sobre el Ejército y la política de seguridad alemana.
“La valiosa labor de los soldados y muchas personas en mi departamento debe ser la prioridad”, afirmó.
En un primer momento no se anunció un posible sucesor.
Lambrecht, de 57 años, era titular de Defensa desde que Scholz se convirtió en canciller en diciembre de 2021. Sus críticos afirmaban desde hacía tiempo que el puesto le quedaba grande, aunque Scholz le mantuvo su apoyo y el mes pasado la describió como “una ministra de Defensa de primera clase”. La presión en su contra creció hace poco tras un impopular mensaje de Año Nuevo.
Su renuncia llegaba en un momento delicado, entre crecientes presiones para que Scholz aumente de forma considerable la ayuda militar alemana a Ucrania y acceda a entregar tanques de combate Leopard 2. Alemania aceptó este mes proporcionar a Kiev 40 vehículos blindados Marder de transporte de tropas y una batería de defensa antiaérea Patriot.
Alemania ha dado un apoyo considerable a Ucrania en los últimos meses que ha incluido obuses, armas antiaéreas autopropulsadas Gepard y el primero de cuatro sistemas misiles tierra-aire IRIS-T. Sin embargo, los críticos, algunos dentro de la coalición alemana de gobierno, se quejan desde hace tiempo de lo que se percibe como reparos de Scholz a la hora de aumentar la asistencia. En ese tema, Lambrecht quedó en un segundo plano por detrás del canciller, que hizo la mayoría de los anuncios importantes.
Lambrecht fue la número dos de Scholz cuando él era ministro de Finanzas, antes de ser nombrada ministra de Justicia en 2019. También fue ministra de Familias y Mujeres en los últimos meses del gobierno de la entonces canciller Angela Merkel.
Aunque su labor en esos departamentos era respetada, se consideraba que su papel en el Ministerio de Defensa la convertía en una de las piezas más débiles del gobierno de Scholz.
El departamento, especialmente difícil de manejar, ha empañado la reputación de otros ministros en el pasado.
Su importancia creció con la invasión rusa de Ucrania. Eso llevó a Scholz a anunciar un fondo especial de 100.000 millones de euros (108.000 millones de dólares) para actualizar el Ejército alemán, el Bundeswehr, que se ha visto relegado durante años y sufre especialmente por la edad y el mal funcionamiento de su material.
Lambrecht rechazó el mes pasado la idea de que el gobierno hubiera sido demasiado lento en aprobar la inversión. Las autoridades, señaló, se movieron deprisa, pero “estos proyectos deben negociarse con cuidado, esto es dinero del contribuyente”.
La ministra también fue criticada por mensajes desafortunados, empezando por su anuncio en enero de 2022 de que Alemania entregaría 5.000 cascos militares a Ucrania como “una señal muy clara de que estamos a su lado”.
En abril llevó a su hijo de 21 años a un vuelo en helicóptero militar, algo que se hizo público cuando él compartió una foto en Instagram que resultó había tomado la propia ministra. Su Ministerio dijo que ella había pedido permiso y costeado el viaje, pero fue criticada por tomar una mala decisión.
Un mensaje en video poco profesional que compartió en Año Nuevo desde su cuenta privada de Instagram, provocó nuevas peticiones de que abandonara el cargo y puso a prueba la paciencia de sus aliados políticos.
El video mostraba a Lambrecht en una calle de Berlín con un ruidoso espectáculo de fuegos artificiales de Año Nuevo de fondo, y apenas se la oía.
“Se está librando una guerra en plena Europa”, dijo. “Y en relación con eso, para mí hubo muchas impresiones especiales que pude obtener, muchas, muchas reuniones con gente genial, interesante”.