Turquía aprobó una nueva ley destinada a eliminar millones de perros callejeros de sus calles, lo que, según los amantes de los animales, provocará que muchos de ellos acaben siendo sacrificados. Según la legislación propuesta por los islamistas del Partido de Justicia y Desarrollo (AKP), del presidente Recep Tayyip Erdoğan, los municipios tendrán que sacar a los perros abandonados de las calles y llevarlos a refugios.
No obstante, un artículo en particular desencadenó acalorados debates y protestas, pues indica que un veterinario podrá decidir sacrificar a los perros si “representan un peligro para la vida o la salud de las personas y los animales, muestran un comportamiento negativo incontrolable, tienen una enfermedad contagiosa o incurable o cuya adopción está prohibida”. El procedimiento de eutanasia deberá ser realizado por un veterinario o bajo su supervisión, precisa el diario turco Hürriyet Daily News.
Los perros y los gatos son parte inseparable del paisaje de Turquía, como los minaretes de las mezquitas o los comerciantes voceando su mercancía. Los felinos se desplazan a sus anchas, entran y salen de los cafés, se estiran dentro de una tienda, mientras que los canes suelen pasear por los parques y las calles o tirarse a dormir en medio de la acera, describe el diario español El País desde Estambul.
Los vecinos les hacen cariño a los animales y les dan comida. A cambio, éstos mantienen las ciudades libres de ratas, lo cual es un reto en urbes como Estambul, con sus más de 16 millones de habitantes, otros varios millones de turistas y una gran producción de residuos e inmundicia. Desde siempre, han sido una parte esencial de la ciudad, por mucho que en algunas sociedades musulmanas se vea al perro como impuro.
La Asamblea Nacional turca aprobó la ley elaborada por el partido conservador gobernante el martes pasado, con 275 votos a favor y 224 en contra, tras varias sesiones de tensos debates en que el gobierno presionó para que se aprobara antes del receso de verano. El propio presidente Erdoğan defendió el proyecto de ley mientras criticaba a la oposición por explotar el tema, diciendo que la iniciativa ayuda a Turquía a mantener las calles más seguras para la gente en medio de los crecientes ataques de perros, según el periódico turco Daily Sabah.
El presidente del grupo parlamentario del Partido AKP, Abdullah Güler, señaló prácticas de eutanasia similares en Estados Unidos y Reino Unido con respecto a animales que no fueron adoptados. “Esta ley no incluye la matanza, incluye la adopción y los incentivos”, dijo, y agregó que el borrador fue elaborado a partir de informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ministerio, académicos, activistas de los derechos de los animales y víctimas de los ataques de perros callejeros.
Los legisladores de la oposición, los grupos de defensa de los animales y otros han calificado el proyecto de ley como la “ley de la masacre”. La oposición sostenía que el concepto de eutanasia debería ser abolido por completo y los miembros de la oposición del Parlamento protestaron contra la propuesta durante las conversaciones usando guantes rojos y portando pancartas que decían “No a la maldita ley”.
El principal partido de oposición, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), encabezó los esfuerzos para bloquear el proyecto de ley, alegando que era una “ley de asesinato” y “contraria a la Constitución”. El líder del CHP, Özgür Özel, dijo el martes que su partido acudiría al Tribunal Constitucional para revocar el proyecto de ley, según información de Daily Sabah.
En declaraciones a los periodistas tras la aprobación de la ley, Özel dijo: “Teniendo en cuenta que los perros vacunados suponen una barrera entre la vida salvaje y la vida urbana contra enfermedades como la rabia, se ha asumido un gran riesgo para la salud pública. Intentaremos detener la aplicación de la ley”. Otros críticos también afirman que la ley se utilizará para atacar a la oposición, que obtuvo enormes avances en las últimas elecciones locales del pasado 31 de marzo.
En las calles, miles de personas se han sumado a las protestas en toda Turquía para pedir la eliminación del artículo que permitiría la eutanasia, en ocasiones enfrentándose a la policía y portando pancartas que incluían lemas como “No pueden matarlos” y “Recuperemos la ley”. Los defensores de los animales temen que la legislación haga que muchos perros sean sacrificados o terminen en refugios superpoblados y han pedido, en cambio, que se intensifiquen las campañas de esterilización.
Se estima que en Turquía hay 4 millones de perros callejeros vagando por las calles y zonas rurales y los partidarios de la ley han expresado su preocupación por los ataques, los accidentes de tráfico y la rabia. Aunque muchos son inofensivos, un número cada vez mayor se congrega en manadas y varias personas han sido atacadas. La gran población de gatos callejeros del país, en cambio, no es el tema central del proyecto de ley.
Los habitantes de las ciudades turcas suelen ocuparse de los animales callejeros, les ponen refugios improvisados, comida y agua. Una encuesta de Metropoll, con sede en Ankara, reveló que el año pasado menos del 3% de la población turca apoyaba el sacrificio de los animales, mientras que casi el 80% estaba a favor de que los perros fueran llevados a refugios.
Según el proyecto de ley, el país cuenta actualmente con 322 refugios de animales con capacidad para 105.000 perros, muy por debajo de lo que se necesitaría para contener el número de animales callejeros. La ley requiere que todos los municipios gasten al menos el 0,3% de su presupuesto anual en servicios de rehabilitación animal y en la construcción o mejora de refugios.
Los municipios tendrán tiempo hasta 2028 para construir nuevos refugios y mejorar los actuales, dice la ley. La legislación también prohíbe el abandono de animales callejeros en cualquier lugar fuera de un refugio o la liberación de un perro de un refugio, con el objetivo de garantizar que los municipios cumplan plenamente con sus obligaciones estipuladas en la iniciativa.