El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, calificó este miércoles como un “acto de brutalidad” el anuncio del mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, de recluir a inmigrantes ilegales en la Base Naval de Guantánamo que ese país posee en la isla.

Díaz-Canel rechazó la idea del magnate republicano y aseguró que, de ponerse en marcha, culminará con los migrantes en “las conocidas cárceles de tortura y detención ilegal” dentro del complejo militar estadounidense.

“En un acto de brutalidad, el nuevo gobierno de EE.UU. anuncia el encarcelamiento en la Base Naval en Guantánamo, ubicada en territorio de Cuba ilegalmente ocupado, de miles de migrantes que expulsa forzosamente”, dijo el líder cubano en redes sociales.

De igual forma, el ministro de Relaciones Exteriores de la isla, Bruno Rodríguez, aseguró en que la medida es una muestra del “desprecio hacia la condición humana y el derecho internacional” de Washington.

Trump anunció este miércoles que firmará próximamente una orden ejecutiva para instruir al Pentágono a que habilite 30.000 camas en la base para recibir a los indocumentados de distintos países de América y también del mundo.

Una vista de la base naval de Guantánamo, a la que Trump pretende llevar a migrantes ilegales expulsados de EE.UU.

“Tendremos 30.000 camas en Guantánamo para detener a los peores inmigrantes ilegales criminales que son una amenaza para el pueblo estadounidense”, aseguró en unas declaraciones en la Casa Blanca en ocasión de la firma de una ley contra migrantes con delitos menores.

“Algunos son tan peligrosos que ni siquiera confiamos en sus países de origen para que se los queden, porque no queremos que regresen. Así que los enviaremos a Guantánamo”, dijo.

El Pentágono opera en la base de Guantánamo un centro de detención para inmigrantes, el cual administra de manera independiente a la prisión destinada a sospechosos de terrorismo.

Los migrantes que llegan son aquellos que las autoridades estadounidenses interceptan en el mar cuando intentan alcanzar las costas del país, principalmente procedentes de Cuba y Haití.

La población migrante en la base suele ser muy baja. De acuerdo con datos publicados por ‘The New York Times’, entre 2020 y 2023 el centro solo albergó a 37 personas.