Cuba sin un Castro en la máxima dirigencia de la isla, por primera vez desde el triunfo de la Revolución Cubana en 1959. Eso es lo que se concretará a partir de este jueves, cuando Raúl Castro delegue la Presidencia en su delfín, Miguel Díaz-Canel, nominado este miércoles en la Asamblea Nacional del Poder Popular como candidato único para suceder al gobernante, todo un hito para la historia cubana marcada por el castrismo en las últimas seis décadas.
Aunque tras la renuncia de Fulgencio Batista luego de la derrota propinada por los "barbudos" de la Sierra Maestra al mando de Fidel y Raúl Castro, el Che Guevara y Camilo Cienfuegos, la Presidencia fue ocupada de manera provisional por Manuel Urrutia y luego por Osvaldo Dorticos, en ambos casos el verdadero poder recaía en Fidel. Pese a que Raúl seguirá como una suerte de "poder en la sombra" dado que se mantendrá como primer secretario del Partido Comunista Cubano hasta 2021, Díaz-Canel, a diferencia de Urrutia y Dorticos, sí será relevante.
Luego de una votación meramente formal en la Asamblea Nacional, La Habana anunciará este jueves que Díaz-Canel -de 57 años y hasta ahora primer Vicepresidente- reemplazará a Castro, de 86 años. Tal como prometió en 2015, Raúl completó 10 años al frente de Cuba, además de los dos años de su "interinato" tras la enfermedad de Fidel en 2006. Como el propio Raúl Castro limitó la Presidencia a dos períodos de cinco años, se espera que Díaz-Canel gobierne hasta 2028. Eso, si el plan raulista no sufre contratiempos.
El futuro gobernante cubano es un fiel representante de la nueva generación de líderes cubanos nacidos después del triunfo revolucionario y es visto como un "continuista". Según los "cubanólogos", Raúl dirigirá esta transición desde el PCC, como una suerte de garante de Díaz-Canel. Ello, con el objetivo de apaciguar a la vieja guardia que no ha sido tan amiga de los cambios y las reformas raulistas.
Pese a eso, es un tremendo simbolismo que un Castro no esté en la Presidencia. Incluso, Raúl ni siquiera será parte del influyente Consejo de Estado, órgano superior del aparato cubano que actúa como representante de la Asamblea Nacional. De todos modos, Raúl Castro sí estará al frente del poderoso Buró Político del PCC, la máxima autoridad a nivel ideológico del Estado cubano, y también como jefe de las FF.AA.
Nombramientos clave
Además del nombramiento de Díaz-Canel, en la sesión se conocieron los otros 30 nominados que formarán parte del Consejo de Estado, entre ellos los futuros cinco vicepresidentes. En un movimiento considerado sorpresivo, como primer Vicepresidente fue nominado el histórico líder sindical Salvador Valdés, de 72 años. Se pensaba que ese puesto lo podría ocupar la vicepresidenta Mercedes López Acea, de 54 años y primera secretaria del PCC de La Habana. Nunca antes un dirigente negro había escalado tan alto.
También se especulaba que la primera Vicepresidencia recaería en el comandante Ramiro Valdés, de 85 años y uno de los dirigentes históricos de la revolución. Finalmente, Valdés fue nominado como uno de los cinco vicepresidentes, junto a la contralora general Gladys María Bejerano Portela, de 71 años, que mantendrá su puesto. Los otros tres son: Roberto Morales Ojeda, ministro de Salud de 50 años; la titular del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, Inés María Chapman, de 52 años y la presidenta de la Asamblea Provincial del Poder del Popular, Beatriz Jhonson Urrutia, de 48 años.
Quien deja la vicepresidencia es José Ramón Machado Ventura, de 87 años y uno de los dirigentes históricos de la revolución.
Según el sitio cubano 14ymedio, "un murmullo se generalizó entre los diputados cuando se mencionó en la candidatura el nombre de la tres veces campeona mundial en lanzamiento del martillo Yipsi Moreno González. Esta diputada por la provincia de Camagüey se convierte en la primera persona que llega al Consejo de Estado sin ser militante del Partido Comunista ni de su organización juvenil". Otro hito de la "nueva" Cuba.