A poco más de una semana de la polarizada segunda vuelta presidencial en Brasil, la situación comienza a decantar. Después de unos días de descanso en el estado de Bahía, el presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva, tenía programado reunirse este lunes con su equipo en Sao Paulo y se espera que viaje este martes a Brasilia para acompañar de cerca la transición y las negociaciones con el Congreso.
Además, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) prevé reunirse con el jefe de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, informaron a France Presse dos aliados del izquierdista. El equipo de transición de Lula trabajará en las oficinas del Centro Cultural Banco de Brasil, ubicado a cerca de 7 km del Palacio de Planalto. Bajo la coordinación del vicepresidente electo, Geraldo Alckmin, empezará a recibir informaciones sobre el Estado entregadas por la administración de Jair Bolsonaro.
Lula se prepara para un pulso con el Congreso. El conservador Partido Liberal (PL) de Bolsonaro será en 2023 la mayor bancada en ambas cámaras, una oposición más dura que la protagonizada por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), durante los dos primeros mandatos del petista (2003-2010).
Después de ser presionado por diputados de la colectividad, el presidente del PL, Valdemar Costa Neto, convocó a una conferencia de prensa este martes en la que pretende anunciar que el partido por el cual Bolsonaro postuló a la reelección se opondrá a la próxima administración de Lula.
Según el diario Folha de Pernambuco, Costa Neto pretende disipar los rumores de que el partido ya está negociando con el PT, del que fue un aliado histórico. Uno de los pilares del llamado Centrão, el PL eligió la bancada más grande de la Cámara de Diputados, con 99 parlamentarios.
Los miembros del PL creen que, en un principio, toda la bancada debe posicionarse como opositora al gobierno de Lula. Sin embargo, hay un ala que defiende que el partido acabe utilizando la resistencia de los diputados bolsonaristas para luego “vender más caro” el apoyo de parlamentarios dispuestos a negociar con el gobierno, voto a voto. La estimación del ejecutivo del propio PL es que, entre los 99 diputados electos, más de 40 estarían dispuestos a ayudar a la futura administración del PT, si fueran atendidos con cargos y enmiendas, señala el medio brasileño.
Derrotado en las urnas y sin cargo público por primera vez en 34 años a partir de enero de 2023, Bolsonaro fue invitado a ocupar un cargo en la dirección del PL. Sería una forma de que aumente su remuneración, además de las jubilaciones como capitán de Ejército y diputado retirado, y se mantenga vigente en el escenario político. Al respecto, el medio Metrópoles señala que la legislación brasileña no prevé una pensión especial para los expresidentes. Aun así, la suma de la remuneración de los militares de reserva con la jubilación de la Cámara de Diputados puede llegar a 42 mil reales por mes (más de US$ 8.140).
El presidente del PL propuso que Bolsonaro sea presidente de honorario del partido. El cargo forma parte del Ejecutivo Nacional, órgano que toma las principales decisiones de la colectividad. Según los miembros del partido, todavía no hay una definición, apunta Folha de Pernambuco.
Paralelamente, está la idea de que Bolsonaro instale una oficina en Brasilia y comience a recorrer el país dando conferencias. El presidente debería seguir viviendo en la capital federal.
La decisión de quedarse en Brasilia, en lugar de volver a Barra da Tijuca, estuvo influenciada por dos cuestiones, además de la política, señala la revista Fórum. La primera es alejarse del condominio en Río de Janeiro, donde Bolsonaro no tendría paz, según aliados. El otro tema es familiar, ya que solo su hijo Carlos Bolsonaro, de quien se espera retome su cargo de concejal en la Cámara de Río, sigue viviendo en la capital carioca.
La mayor influencia fue de la aún primera dama, Michelle Bolsonaro, quien pretende seguir viviendo cerca de su familia en el Distrito Federal. En Brasilia, el clan Bolsonaro debe vivir en Lago Sul, una zona noble donde su hijo, Flávio, compró una mansión por 6 millones de reales (cerca de US$ 1,1 millón).
Según Fórum, Costa Neto también le ofreció abogados a Bolsonaro para que pueda defenderse de la avalancha de acciones que debe tramitar en la justicia común, ya que a partir de enero el presidente no tendrá fuero privilegiado.
Al respecto, CNN Brasil asegura que la campaña de Lula prepara la presentación de al menos dos acciones de investigación judicial electoral contra Bolsonaro por abuso de poder político y económico que pueden conducir a su inelegibilidad.
Uno de ellas se centra en las declaraciones del presidente que pusieron en jaque al sistema electoral durante la carrera por el Palacio de Planalto. La campaña estudia incluir en esta acción manifestaciones de bolsonaristas que bloquearon caminos tras el resultado electoral, incluidos agentes políticos del entorno de Bolsonaro que terminaron apoyando los actos, como los diputados electos Carla Zambelli, Eduardo Bolsonaro y Nikolas Ferreira.
La otra acción se centrará en cuestiones económicas, incluidos los beneficios financieros que el gobierno liberó durante el proceso electoral, como la concesión de préstamos descontados de nómina a los beneficiarios de Auxilio Brasil. La Propuesta de Reforma a la Constitución (PEC) que establecía la ayuda de 600 reales, sin embargo, no debería entrar, ya que parte del propio PT votó por su aprobación.
Las acciones se unirán a otras cuatro presentadas durante la campaña y que también tienen el potencial de llevar a Bolsonaro a la inelegibilidad, señala CNN Brasil. Estas apuntan a la existencia de un ecosistema de desinformación por parte de bolsonaristas; al uso de la máquina en los actos del 7 de septiembre; al abuso de poder en el discurso de la ONU, y las que cuestionan las campañas de SMS con bases de datos públicas en Paraná.
