La pandemia cambió los planes de forma radical. En lugar de las 50.000 personas que tradicionalmente reunía, con días llenos de discursos, recepciones, mítines, globos y ovaciones, la Convención Nacional Demócrata que se inicia la noche de este lunes es todo menos convencional, ya que el Covid-19 obligó a organizar un evento virtual sin público y sin pompa, más parecido a un programa de TV que a un acto político. Incluso, sin la presencia física del candidato, que comparecerá de forma remota para este evento orientado a atizar a las bases a menos de tres meses de las elecciones en EE.UU.

La inédita convención virtual de cuatro días culminará este jueves cuando Joe Biden acepte formalmente la nominación presidencial demócrata, dando el discurso más trascendente de su carrera de décadas desde un salón de baile casi vacío, cerca de su casa en Wilmington, Delaware. “No hay duda al respecto, será diferente”, dijo la semana pasada Tom Pérez, presidente del Comité Nacional Demócrata (DNC).

De hecho, destaca CNN, la decisión de limitar la programación televisiva a solo dos horas, de las 21.00 a las 23.00 cada noche, es uno de los signos más claros hasta ahora de lo poco convencional que será la reunión de este año en la era de la pandemia en comparación con las convenciones anteriores, generalmente llenas de varios eventos y oradores durante muchas horas cada día. En ese sentido, el portal Axios destaca que los demócratas esperan que los canales de noticias por cable cubran las dos horas de programación y que las cadenas tradicionales cubran la segunda hora, dependiendo si el discurso final de la jornada es muy largo.

“Estas convenciones virtuales verán audiencias de televisión más pequeñas, menor cobertura de los medios y una menor importancia general de todas las convenciones políticas modernas”, comentó a La Tercera Matt Mackowiak, presidente de Potomac Strategy Group, LLC. Y es que a juicio del consultor republicano y veterano de la campaña de reelección Bush-Cheney, en las campañas de este año, marcadas por la pandemia, “hay muchas cosas compitiendo para que la gente las vea en casa, incluidos los playoffs de la Asociación Nacional de Básquetbol (NBA) y la Liga Nacional de Hockey (NHL) y las Grandes Ligas de Béisbol (MLB)”. “Habrá interés en ver a la nominada vicepresidenta (demócrata), Kamala Harris, presentarse a una audiencia nacional. Pero solo importarán los discursos de Biden y Trump. Cada uno tendrá una vista previa de su mensaje para la campaña de otoño”, asegura.

El candidato demócrata durante un acto de recaudación de fondos en Wilmington. Foto: AP

Christopher Arterton, profesor emérito de Gestión Política de la Universidad George Washington, recuerda que “en años previos, la convención política nacional influía, de hecho, en las campañas presidenciales, al menos a corto plazo. En las encuestas de opinión, cada partido recibía un pequeño empuje por toda la atención de los medios durante la semana de la convención”.

“Creo que mucho de eso se perderá este año. La convención virtual será esencialmente una gran cantidad de discursos uno tras otro. Y, significativamente, transmitir las convenciones será más complicado que encender la televisión”, dice Arterton a La Tercera.

Con todo, Howard Dean, un expresidente del DNC que ha asistido a todas las convenciones del partido desde 1980, cree que el nuevo formato podría funcionar a favor de Biden. A diferencia de Trump, que se alimenta de la energía de las multitudes en los mítines, pero puede parecer rígido e incómodo cuando lee desde un teleprompter, Biden, dijo Dean, “lo hace mejor en televisión que en un podio”. “Esto lo ayuda porque estará en la televisión proyectando calma, sensatez y consideración”, señaló, citado por The Guardian. “Y eso es por lo que la gente está desesperada en este momento”.

Biden lidera las encuestas con una ventaja de entre cuatro y 11 puntos porcentuales sobre Trump, según el portal RealClear Politics. “Siempre que no haya desastres, cada candidato debe salir de las convenciones con aproximadamente el mismo nivel de apoyo que tenía al comienzo de esta semana. Si hay una ventaja, probablemente será en beneficio de Biden porque, aunque es bien conocido, está saliendo de la sombra de Obama y volviendo a reintroducirse por sí mismo”, afirma Arterton.

Sin embargo, el académico advierte sobre el riesgo de la votación virtual. “Los demócratas están presionando para que haya más votaciones en ausencia en noviembre, y los republicanos atacarían sin duda un desastre en la votación de la convención como una demostración de que solo se puede garantizar la votación en persona”, destacó.

Al igual que Biden, Trump tampoco estará en la convención de los republicanos, prevista del 24 al 27 de agosto. Según The Guardian, planearía pronunciar su discurso de renominación desde la Casa Blanca. El mandatario inició este lunes una gira en la que tiene previstos mítines en Wisconsin y Minnesota y cuyo objetivo será “destacar el historial de fracasos de Joe Biden”. De hecho, el jueves viajará al lugar de nacimiento de Biden, Scranton, en Pennsylvania, el mismo día en que el demócrata dará su discurso de aceptación.