Un día después de que la Cámara de Representantes diera luz verde para el inicio del juicio político contra el Presidente Donald Trump, el proceso se encontraba este jueves en el limbo. Esto luego que la líder de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, se mostró reacia a formalizar el envío al Senado de los artículos del impeachment contra el mandatario, debido a que, a su juicio, "por ahora" no existen garantías de que vaya a haber un juicio justo. "Por ahora no hemos visto nada que nos parezca justo", dijo Pelosi después de que el pleno de la Cámara de Representantes aprobara el miércoles en la noche los dos cargos contra Trump por abuso de poder y obstrucción al Congreso por el caso conocido como la "trama ucraniana".

La esperanza demócrata de remover a Trump se vería truncada en el Senado. Esto, porque para ello se necesitan 67 votos y los republicanos tienen 53 de los 100 escaños.

Si bien la Cámara Baja aprobó los dos artículos de impeachment, debe aprobar ahora una segunda resolución en la que designará a los legisladores responsables de presentar el caso ante el Senado, el órgano que realiza el juicio político.

Es justamente este procedimiento el que hace que el proceso pase a la Cámara Alta. Sin embargo, Pelosi ha evitado establecer un calendario preciso, aunque fuentes demócratas citadas por el portal de noticias Politico han considerado "muy improbable"que haya algún tipo de avance al menos hasta principios de enero, porque los artículos serán retenidos hasta entonces y así asegurarse que el juicio comience en 2020.

Incluso más: la cadena CNN señaló este jueves que el representante demócrata James E. Clyburn dijo que estaba dispuesto a esperar "todo el tiempo que tome, hasta que tengamos las garantías de que líder de la mayoría (republicana, Mitch McConnell) va a permitir un juicio imparcial y justo".

Así, los analistas señalaban que los demócratas iban a tratar de presionar a McConnell, para que acepte unos procedimientos que consideren menos favorables a Trump, después de que los republicanos hayan reconocido abiertamente que existe una coordinación con la Casa Blanca.

Según The Washington Post, los demócratas quieren tener ventaja y forzar a McConnell a que permita el testimonio de miembros del circulo cercano de Trump durante el juicio, como el jefe de gabinete interino Mick Mulvaney. El Mandatario bloqueó a que este funcionario compareciera tras recibir una citación del Congresopara testificar en las audiencias de investigación de la Cámara de Representantes.

"No hay nada que explícitamente diga que los juicios de impeachment del Senado tienen que ser tan justos como un juicio criminal. Se supone que los senadores tienen un juramento de imparcialidad, pero los fundadores no le entregaron el proceso del impeachment a las cortes. Depende del Congreso ser justo, que es inherentemente un órgano político", escribió el Post.

Ante las aparentes reticencias, Trump respondió en Twitter y defendió que "es decisión del Senado" el camino a seguir a partir de ahora. "Si los demócratas deciden, en su gran sabiduría, no comparecer, perderían por omisión", advirtió.

Por su parte, McConnell tiene previsto hablar en los próximos días con el líder del Partido Demócrata en el Senado, Chuck Schumer, para negociar la organización del juicio político. Entre los asuntos aún por aclarar está la posible citación de testigos durante las vistas.

Por otro lado, las encuestas dan cuenta de la polarización del país. Un sondeo de Reuters/Ipsos, divulgado este jueves, reveló que el 53% de los estadounidenses está de acuerdo en que Trump abusó de su cargo y el 51% se mostró de acuerdo en que obstruyó el Congreso. Mientras que un 17% dijo que el Presidente debe ser reprendido formalmente con una moción de censura del Congreso.