El alcalde de la ciudad de Slavútych, Yurii Fomichev, informó de que las tropas rusas han bombardeado con tanques, morteros y cañones antiaéreos la zona, cercana a la planta nuclear en la que trabaja el personal de Chernóbil.
“El tercer día de lucha. No entraron en la ciudad. La lucha se está dando en las afueras. No entregamos la ciudad, pero las fuerzas no son iguales”, dijo, agregando que hasta este sábado no se conocerán los datos sobre posibles víctimas, según recoge la agencia de noticias Unian.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) advirtió en la noche del jueves de que las tropas rusas habían bombardeado puestos de control ucranianos en la ciudad. En este sentido, la autoridad reguladora de Ucrania avisó de que el bombardeo había puesto en peligro “los hogares y las familias del personal operativo que garantiza la seguridad nuclear y radiológica”.
El director del OIEA, Rafael Grossi, expresó su preocupación, ya que estos ataques se producen pocos días después de que el personal técnico de la central nuclear pudiera rotar y descansar tras casi cuatro semanas sin cambiar de turno, según recoge un comunicado de la organización.
Esta ciudad se encuentra fuera de la Zona de Exclusión que se estableció alrededor de la central nuclear después del accidente de 1986. El OIEA advirtió este miércoles de que el cuerpo de bomberos de la ciudad de Chernóbil extinguió cuatro incendios forestales cerca de la planta nuclear.
En el marco de los ataques registrados por todo el país, el primer ministro de Ucrania, Denis Shmygal, pidió ayuda humanitaria a los alcaldes de todo el mundo y ha hecho un llamamiento este viernes a los socios internacionales para que apoyen la reconstrucción del país.
“Me dirijo con esta solicitud no solo a los gobiernos que son nuestros amigos, sino también a los alcaldes de ciudades europeas y de otras partes del mundo”, ha dicho, agregando que “Rusia está destruyendo nuestras ciudades y pueblos, como lo hicieron los nazis hace 80 años”, tal y como recoge la agencia de noticias DPA.
El pasado 16 de marzo Shmygal cifró en 565.000 millones de dólares las pérdidas directas de Ucrania por la agresión rusa y pidió reforzar las sanciones contra Rusia tras una reunión con sus homólogos polaco, esloveno y checo.