La ONG Amnistía Internacional (AI) denunció este viernes que las autoridades prorrusas en territorio ucraniano ocupado no han realizado evacuaciones ni han propocionado ayuda humanitaria a la población afectada por las devastadoras inundaciones tras la destrucción de la represa de Kajovka, en la región de Jersón.
“Las fuerzas rusas ocupantes han puesto en peligro vidas humanas en las zonas afectadas por las inundaciones tras la destrucción de la represa, mientras la escasez de agua río arriba y la alteración de los medios de subsistencia apuntan a una catástrofe ecológica y económica inminente”, indicó el organismo en un comunicado.
AI aseguró que las operaciones de rescate han sido llevadas a cabo por voluntarios a los que se les ha impedido el paso en las zonas inundadas mientras las fuerzas rusas ocupantes no han realizado ningún tipo de evacuación o han suministrado apoyo humanitario a la población civil que se ha quedado atrapada en sus casas.
La ONG explicó que denunciar la situación a organizaciones de Derechos Humanos y medios de comunicación internacionales es “peligroso” para los ciudadanos de las regiones ocupadas, por lo que hay “escasa” información sobre lo que ocurre en el terreno, debido también a la falta de electricidad y la mala cobertura.
“Es inquietante tratar de contactar con las personas que han quedado atrapadas en los pueblos y ciudades inundados ocupados por Rusia. Hablar a través de las redes rusas es arriesgado y nuestras fuentes son plenamente conscientes de las represalias que pueden sufrir por hablar con nosotros”, explicó la investigadora regional de AI, Anna Wright.
“Absoluta indiferencia”
Asimismo, afirmó que las fuerzas rusas “han mostrado la más absoluta indiferencia por la vida y la dignidad humanas” al priorizar “sus propias necesidades de seguridad”. “Las fuerzas rusas ocupantes deben cumplir urgentemente sus obligaciones en virtud del Derecho Internacional”, demandó.
La ONG también ha denunciado que la destrucción de la represa está provocando una crisis económica en la región de Jersón debido a la falta de agua río arriba para regar las plantaciones agrícolas, por lo que muchas cosechas se están perdiendo.
“En las comunidades ribereñas de la región de Dnipró llevan cinco días sin agua. Los equipos de voluntariado les han proporcionado cinco litros por persona, pero la pregunta es cuánto tiempo va a durar esto”, señaló una fuente sobre el terreno a AI.
La catástrofe afecta además a las labores de retirada de minas terrestres y se teme que muchas de ellas hayan sido transportadas por las aguas a zonas que antes se consideraban seguras, así como que muchas de ellas hayan quedado ocultadas por los sedimentos, dificultando su localización.
“Los responsables de la destrucción de la presa de Kajovka deben comparecer ante la justicia, al igual que toda persona responsable de crímenes de derecho internacional cometidos en Ucrania. Mientras tanto, es primordial salvar vidas y medios de subsistencia, y evitar más muertes y catástrofes”, puntualizó Wright.