La escalada de tensión entre India y Pakistán se intensificó luego que ambas potencias nucleares fronterizas afirmaran -cada uno por su lado- haber derribado aviones "enemigos". Así, en una guerra propagandística Pakistán aseguró haber abatido dos cazas indios, al tiempo que India informó del derribo de un avión de combate paquistaní y reconoció haber perdido también uno de sus aparatos.
La profundizaciones de las tensiones llega después de que India asegurara haber bombardeado ayer un campamento en suelo paquistaní del grupo terrorista Jaish-e-Mohammed (JeM), que reivindicó el pasado 14 de febrero el atentado en la Cachemira india en el que murieron 42 policías, el peor ataque en la región en tres décadas.
India y Pakistán han disputado tres guerras en el pasado, dos de ellas a propósito de Cachemira, región del Himalaya habitada en su mayoría por musulmanes, dividida entre los dos países y reivindicada por ambos. Es la primera vez desde 1971 que la Fuerza Aérea India cruza la Línea de Control, frontera militar establecida entre India y Pakistán en Cachemira, para atacar Pakistán.
[caption id="attachment_547176" align="alignnone" width="900"]
Infografía: Reuters[/caption]
El primer ministro paquistaní Imran Khan reconoció que se encontraba preocupado por los hechos: "¿Podemos permitirnos el mínimo paso en falso con el tipo de armas que tenemos y que tienen", preguntó en referencia al arsenal nuclear de ambos países. "Si la escalada comienza aquí, ¿hasta dónde irá", sostuvo durante un breve discurso televisado el miércoles, renovando su llamado a Nueva Delhi a "ir a la mesa de negociaciones".
En conversación con la agencia EFE, Ajai Sahni, director del Instituto de Gestión de Conflictos de Nueva Delhi, se mostró pesimista ante la posibilidad de que ambas potencias alcancen pronto una solución al conflicto. "El problema ahora mismo es que todo esto se ha unido a una campaña política y, más importante, a una campaña electoral. Tenemos elecciones generales (en India) en un par de meses, y el gobierno indio ha puesto en el centro de su campaña la cuestión de castigar y humillar a Pakistán", lamentó Sahni.
Para el analista Happymon Jacob, académico de la Universidad Jawarharlal Nehru en Nueva Dehli, que fue consultado por el diario The New York Times, existen razones para estar esperanzado de que el conflicto no escalará. "Considerando el hecho que nadie ha declarado la guerra y que Pakistán no ha llevado a cabo ataque más allá de las fronteras internacionales, sino que dentro de la Línea de Control, eso sugiere que existen restricciones, por lo que no veo una escalada mayor en los próximos días", sostuvo. "Probablemente veremos a terceras partes, como Estados Unidos o Rusia que se involucren para asegurarnos que esto no escale. En este punto se trata de un mensaje para las poblaciones locales, para mostrar que ambas partes se encuentran al mando y que no se han acobardado", añadió.
El diario dice que el gobierno estadounidense siempre ha jugado un rol importante para alivianar las tensiones entre ambas partes en el pasado. Sin embargo, desde que llegó al poder en 2017, el Presidente norteamericano Donald Trump ha desairado a Pakistán, ya que se ha acercado más a India.
Por ejemplo, Trump cortó US$ 1.300 millones en ayuda militar a Pakistán porque señaló que el país respalda a grupos terroristas algo que Islamabad ha negado.
El corresponsal de la cadena BBC, Soutik Biswas, señaló que el mayor desafío de Islamabad y Nueva Delhi es contener la escalada antes de que la situación se salga de control.