El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordenó sanciones contra artistas y celebridades nacionales que participaron en una extravagante fiesta de dos días, llena de desenfreno y celebrada por miembros de la élite rusa en un exclusivo club nocturno de Moscú.

El medio de comunicación Baza afirmó que imágenes de la fiesta, calificada como “espeluznante” y con sus participantes casi desnudos, fueron personalmente inspeccionadas por el mandatario ruso, quien expresó un rechazo inmediato.

La reacción del Kremlin ha sido contundente, cerrando el club Mutabor -donde se realizó el evento- e iniciando una investigación exhaustiva. Aunque tales fiestas eran comunes en Moscú durante el largo reinado de Putin, generó una molestia mayor considerando que se realizó en tiempo de guerra, y hasta ha sido comparada incluso, por los más críticos, con los relatos bíblicos de Sodoma y Gomorra.

Según informa Baza, medio de comunicación conocido por sus estrechas relaciones con los servicios de seguridad, se ha revelado que las tropas desplegadas en Ucrania fueron de las primeras en expresar su descontento al ver las imágenes del evento.

Por ahora, varios de los asistentes han visto cómo se suspenden sus actuaciones en conciertos y se les retira su exposición en la televisión estatal. Además, se han anulado contratos con patrocinadores y circula la información de que, en al menos una ocasión, se está considerando excluir a dichas personalidades de un próximo proyecto cinematográfico.

“Ahijada” de Putin

Las críticas recaen en la anfitriona de la fiesta, la bloguera Nastya Ivleeva, quien enfrenta una investigación fiscal que podría significar multas de hasta 10,9 millones de dólares y hasta cinco años de cárcel. Ivleeva presumió de llevar joyas por valor de 23 millones de rublos en su cuerpo, algo que ha desatado la crítica del pueblo ruso, que atraviesa momentos difíciles en pleno conflicto con Ucrania.

El evento contó con la presencia de figuras conocidas, entre ellas Ksenia Sobchak, conocida como “ahijada” de Putin, habitual figura en la televisión moscovita, ex modelo de Playboy y candidata “liberal” a la presidencia rusa en 2018.

Ksenia Sobchak fue durante años una de las presencias más habituales en fiestas y eventos del "jet set" ruso.

En un video, Ivleeva admitió que la fiesta fue un acto de imprudencia en tiempos de guerra. Expresó sentirse sometida a una “ejecución pública” por parte de Putin y pidió una “segunda oportunidad” al pueblo ruso. “En algún lugar están matando a gente, en otro lugar los niños se mueren de hambre y en otro lugar se está bebiendo champaña al mismo tiempo. Ningún duelo puede durar para siempre”, manifestó.

También acudió a la cita el rapero Vacio, quien asistió con solo un calcetín Balenciaga para cubrir sus partes íntimas. Otros artistas, como Philipp Kirkorov, se vieron obligados a explicar su participación ante altos funcionarios del Kremlin.