En Estados Unidos, los grupos religiosos vienen envejeciendo desde hace décadas, y los adultos jóvenes ahora son mucho menos propensos que sus mayores a identificarse con una religión o participar en diversas prácticas religiosas. Pero este no es un fenómeno exclusivamente norteamericano. De acuerdo con el análisis de encuestas que el Pew Research Center llevó adelante en más de 100 países a lo largo de la última década, la menor observancia religiosa entre los adultos jóvenes es común en todo el mundo.

En general, es menos probable que los adultos de 18 a 39 años, en comparación con los de 40 en adelante, digan que la religión es muy importante para ellos en 46 de 106 países encuestados por el Pew Research Center a lo largo de la última década. En 58 países, no hay diferencias significativas entre adultos más jóvenes y mayores respecto a esta cuestión. Y solo en dos países -la exrepública soviética de Georgia y Ghana, el país de África Occidental- los adultos más jóvenes son, en promedio, más religiosos que sus mayores.

La brecha de edad es más común en unas regiones geográficas que en otras. Por ejemplo, en 14 de 19 países encuestados en América Latina y el Caribe, los adultos menores de 40 años son mucho menos propensos que sus mayores a decir que la religión es importante en sus vidas. Lo mismo ocurre en aproximadamente la mitad de los países europeos (18 de 35) y en los dos países encuestados en Norteamérica (EE.UU. y Canadá; México se incluye con las cifras de América Latina).

Asimismo, el estudio muestra que la brecha de edad es más común en algunos grupos religiosos que en otros. Por ejemplo, la religión es menos importante para los adultos cristianos más jóvenes en casi la mitad de los países de todo el mundo donde los tamaños de las muestras son lo suficientemente grandes como para permitir comparaciones por edad entre los cristianos (37 de 78). En el caso de los musulmanes, esto se observa en aproximadamente la cuarta parte de los países encuestados (10 de 42). Entre los budistas, los adultos más jóvenes son menos religiosos solo en un país (Estados Unidos) de los cinco países de los que hay datos disponibles.

Se han hallado patrones similares con tres mediciones estándar de identificación y compromiso religioso: afiliación a un grupo religioso, práctica diaria de la oración y asistencia semanal a un servicio religioso.

"La brecha de edad de Chile en la importancia de la religión es una de las más grandes medidas en las encuestas del Pew Research Center en 106 países", explica a La Tercera el demógrafo Conrad Hackett , director asociado de investigación del think tank estadounidense.

"En Chile, la mitad (50%) de los adultos de 40 años o más dicen que la religión es muy importante para ellos, pero solo el 29% de los adultos más jóvenes dice lo mismo. Los adultos menores de 40 años también tienen 13 puntos porcentuales menos de probabilidades de identificarse con una religión, 10 puntos porcentuales menos propensos a asistir a servicios religiosos semanalmente y 17 puntos porcentuales menos de probabilidades de rezar a diario", comenta Hackett.

En ese sentido, uno de los resultados clave del informe revela que los países con porcentajes más altos de personas que dicen que la religión es muy importante en sus vidas están en África, Medio Oriente, el sur de Asia y América Latina, mientras que los porcentajes más bajos están en Europa, Norteamérica, el este de Asia y Australia.

Las áreas más religiosas del mundo, de acuerdo con el estudio del Pew Research Center, están experimentando un crecimiento poblacional más rápido debido a que tienen altos índices de fertilidad y poblaciones relativamente jóvenes.

Según el informe, la brecha de edad en el compromiso religioso puede ser el resultado del reemplazo de generaciones mayores más devotas por generaciones más jóvenes menos religiosas, que posiblemente se hayan criado con más comodidades materiales y seguridad. La brecha de edad también puede reflejar que el aumento en los niveles de compromiso religioso se da a medida que la gente tiene mayor edad.