En Sallanches, una localidad francesa a los pies de los Alpes, fue capturado el histórico exjefe de ETA, José Antonio Urrutikoetxea, más conocido como "Josu Ternera", que desde hace 17 años estaba prófugo de la justicia. Ternera, de 68 años, era "el militante de la organización terrorista ETA más buscado por los servicios policiales tanto españoles como franceses", señaló el ministerio del Interior de España mediante un comunicado. Durante más de 40 años, ETA (País Vasco y Libertad) provocó al menos 853 víctimas fatales.
En octubre de 2011, el grupo terrorista anunció el fin de la lucha armada y el año pasado se disolvió. Fue el propio Josu Ternera el encargado de dar la "declaración final", que cerró el sangriento historial de la banda extremista vasca. "ETA quiere informar al pueblo vasco el final de su trayectoria", señaló el exlíder etarra el 3 de mayo de 2018. La detención del exjefe terrorista fue llevada a cabo por la Guardia Civil y la Dirección General de la Seguridad Interior Francesa (DGSI).
Según la agencia France Presse, "Josu Ternera" era considerado el ideólogo de la estrategia de terror emprendida desde 1980 mediante autosbomba y con los que planeaba forzar al gobierno a negociar. Sin embargo, con los años este etarra se distanció de las acciones armadas y comenzó a apostar por la vía política. Así, fue el encargado de promover las negociaciones de paz secretas con el gobierno español que iniciaron en 2005 en Suiza y Noruega durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que finalmente fracasaron.
José Antonio Urrutikoetxea, nació en 1950 en un pueblo cercano a Bilbao. Según la prensa española, se unió a finales de los 60' al grupo armado y durante sus primeros años habría participado en el robo de explosivos utilizados en 1973 para el atentado contra Luis Carrero Blanco, entonces visto como sucesor de Franco. Aunque esto sólo fue un paso para convertirse en uno de los líderes del grupo separatista.
"La captura de Josu Ternera, el último gran referente de ETA, desde un punto de vista a largo plazo lo único que implica es un paso más en el proceso de derrota de la banda que se inició hace ya una década bajo el mandato del recién fallecido Alfredo Pérez Rubalcaba como ministro de Interior y que ha ido culminando con varios hitos siendo el de hoy uno de ellos", sostiene a La Tercera, el analista político español y doctor en sociología, Jorge Galindo.
Según el diario El País, el histórico líder etarra fue detenido en el estacionamiento del hospital de Sallanches, poblado cercano a la frontera con Suiza, donde acudía para ser tratado por un cáncer diagnosticado hace algunos años utilizando una identidad falsa. Esta fue la clave para su arresto, ya que la investigación se inició cuando la policía interceptó el teléfono de un antiguo colaborador de Ternera en el que se registraron conversaciones sobre un tratamiento médico y citas al hospital, lo que confirmó las sospechas de las autoridades de que era el propio José Antonio Urrutikoetxea el que estaba enfermo.
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Escondite en los Alpes
Así, la Guardia Civil reafirmó la idea que el exlíder etarra estaba escondido en el territorio de los Alpes, por lo que comenzaron a rastrear los establecimientos médicos de la zona que contaran con oncología para luego centrarse en pacientes con características similares a Josu Ternera. Todo, con el máximo sigilio, dado que en 2011 y en 2013 ya habían fallado dos operaciones de captura en su contra. Finalmente, fue el histórico líder etarra el que llegó al tratamiento médico.
Desde 2002, el paradero de Ternera era desconocido para la justicia española que lo vincula, entre otras causas, con un atentado explosivo en 1987 que dejó 11 muertos, entre ellos 6 menores. La primera detención del terrorista fue en 1989, cuando fue capturado en Francia y condenado a 10 años de cárcel. Sin embargo, en 1996 fue extraditado a España, donde estuvo cuatro años preso. Durante este período fue electo diputado regional por la coalición Euskal Herritarrok, integrado por el partido separatista radical vasco Herri Batasuna, catalogado como el brazo político de ETA. Después se dio a la fuga y regresó a la clandestinidad.
"(Tras la captura) enseguida han salido referentes políticos del nacionalismo vasco, por un lado la gente de Bildu, partido heredero de Batasuna que históricamente ha sido el brazo político de ETA, a tildar al Estado como autoritario y que no habrán garantías (en el proceso contra Josu Ternera). Esto podría ser importante, porque existe una posibilidad que Bildu podría ser uno de los socios potenciales para el PSOE (de Pedro Sánchez) en el proceso de formación de gobierno tras las elecciones. Aunque por la cercanía que tienen con ETA podría ser poco probable que se realice", aclara Jorge Galindo.
Tras ser capturado, el exjefe de ETA solicitó ser examinado por personal médico y después fue trasladado a la cárcel en Bonneville, una localidad francesa. Según El País, en las próximas horas sería trasladado a París, donde se le notificaría la orden de detención en su contra por la condena pendiente de ocho años en ese país, mientras que en España cuatro juzgados de la Audiencia Nacional lo solicitan.
"(La detención) es un hito más en el fin de una era, en el ocaso de ETA. Estructuralmente y coyunturalmente no parece que vaya a tener grandes implicaciones en el proceso de negociación de gobierno aunque a los sectores más radicales del nacionalismo vasco le gustaría que los tuviese, pero esos sectores son cada vez más minoritarios", finaliza el experto español.