El fundador y líder de los Oath Keepers, uno de los principales grupos de extrema derecha de Estados Unidos, fue detenido este jueves, acusado de “sedición” por su papel en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.
Stewart Rhodes, de 56 años, fue acusado de “sedición” junto con otros diez miembros de Oath Keepers.
Nueve de ellos ya han sido detenidos y se les acusa de “asociación delictiva” para interferir en un proceso oficial o de haber cometido actos violentos, con un cierto grado de coordinación.
El cargo de “sedición”, muy rara vez utilizado y sancionable con 20 años de prisión, va más allá. Implica haber conspirado contra el gobierno o alguna de sus leyes, una dimensión mucho más política.
Se trata de la acusación más grave hasta la fecha contra quienes atacaron la sede del Congreso para intentar impedir que se certificara la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales.
Además el comité parlamentario encargado de esclarecer los hechos de ese día y de establecer la eventual responsabilidad de Donald Trump en los episodios, anunció este jueves que citará a responsables de cuatro redes sociales: la matriz de YouTube (Alphabet, también matriz de Google), a la de Facebook (Meta), Reddit y Twitter.
Los investigadores quieren saber “cómo la difusión de desinformación y el extremismo violento contribuyeron al ataque violento contra nuestra democracia” y qué medidas tomaron las redes sociales, en el caso de que tomaran alguna, para evitar que sus plataformas se convirtieran en caldos de cultivo para la radicalización.
“Guerra civil”
Dos días después de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre de 2020, Stewart Rhodes afirmó en una conversación encriptada con otros miembros de su grupo: “No podemos salir de esto sin una guerra civil”, según el acta de acusación.
Antes del 6 de enero, Stewart Rhodes se “asoció” con algunos de sus coacusados “para impedir el traspaso pacífico del poder”, sobre todo “haciendo uso de la violencia”, señala.
Los miembros de Oath Keepers detenidos “organizaron el transporte desde todo el país a Washington, se equiparon con todo tipo de armas, se vistieron con ropa de combate y estaban dispuesto a responder al llamamiento a las armas de Rhodes”.
Su objetivo era “entrar por la fuerza e intentar tomar el control” del Capitolio, afirma el documento.
En el momento del ataque, Rhodes, un exmilitar que fundó Oath Keepers en 2009, estaba cerca del Capitolio, pero no está claro si entró en el recinto.
Además de Stewart Rhodes, licenciado en Derecho por la universidad de Yale, la policía detuvo este jueves, en Arizona, a otro miembro de este grupo radical, Edward Vallejo, de 63 años.
Conspiración mundial
Rhodes, reconocible por su parche sobre el ojo izquierdo, es el líder de esta organización paramilitar muy descentralizada y con miles de miembros, según la Liga Antidifamación (ADL), que lucha contra el antisemitismo y el racismo.
Oath Keepers se opone al gobierno federal, al que acusa de colaborar con una conspiración global para privar a los ciudadanos estadounidenses de sus derechos, en particular el de poseer un arma.
La organización recluta principalmente a soldados, policías, bomberos o miembros de los servicios de emergencia, que han jurado proteger la Constitución estadounidense “contra sus enemigos extranjeros e interiores”, según la ADL.
Cuando entran en Oath Keepers, también prometen desobedecer cualquier orden de un “gobierno tiránico” que viole la Constitución, como la de “desarmar a los estadounidenses” o imponer la ley marcial en el país.
Los miembros de Oath Keepers, vestidos con uniformes militares y armados, se hicieron más visibles en 2020 participando en protestas contra las restricciones impuestas en algunos estados para frenar la pandemia de coronavirus. También se les vio al margen de las grandes manifestaciones antirracistas que sacudieron el país para, según ellos, proteger los comercios de los saqueos.
El grupo se hizo eco de teorías conspirativas como la existencia de un “estado profundo” dentro del gobierno estadounidense que quiere establecer un “nuevo orden mundial”, y buscó socavar la autoridad del expresidente Donald Trump.
Desde el 6 de enero más de 725 personas, entre ellas miembros de los grupos de ultraderecha Proud Boys, Oath Keepers o Three Percenters, han sido detenidas por su participación en el asalto al Capitolio.