El general Serguéi Surovikin, segundo en la línea de mando del Ejército ruso y conocido como el “Carnicero de Siria”, fue arrestado por su presunta vinculación con el motín del grupo mercenario Wagner, según informó el miércoles The Moscow Times.
Surovikin, que entre 2013 y 2017 comandó también las fuerzas rusas en Siria, integraba una de las facciones críticas a la gestión del ministro de Defensa, Sergio Shoigu, a quien el cabecilla de la agrupación paramilitar, Yevgeni Prigozhin amenazó con apresarlo durante la fallida rebelión.
El paradero del general ruso, quien según The New York Times “sabía de los planes de rebelión de Wagner” por sus vínculos con Prigozhin, se desconocía desde el sábado y se multiplicaron los rumores sobre lo que le podía haber sucedido.
El militar fue reemplazado como comandante en jefe de la operación en Ucrania a principios de este año, pero mantuvo su influencia en la gestión de las operaciones de guerra, según reportó La Nación de Argentina.
Fuentes de inteligencia estadounidenses señaladas por The New York Times afirmaron que Surovikin estaba al tanto de antemano de los planes de Prigozhin para rebelarse contra el liderazgo militar ruso.
Putin deberá decidir ahora si cree o no que Surovikin ayudó a jefe del Grupo Wagner y cuál sería su castigo, según el diario neoyorquino. Entre los escenarios posibles, exfuncionarios opinaban que una de las alternativas es que el jefe de Estado conservara a Surovikin si concluía que tenía algún conocimiento de que lo planeado pero no ofreció su ayuda.
Surovikin fue el primer alto mando en condenar el complot del fin de semana e instó a Prigozhin a detener a sus hombres. El miércoles, el vocero del Kremlin, Dimitry Peskov, desestimó los informes del The New York Times.