Luego de más de dos años prófugo, el expresidente peruano Alejandro Toledo (2001-2006) fue arrestado hoy en la mañana en California, como parte del pedido de extradición hecho por las autoridades de Perú para procesarlo por presuntos actos de corrupción vinculados con la empresa Odebrecht, según dio a conocer el Ministerio Público peruano. "El exmandatario se encuentra en su primera comparecencia ante las autoridades judiciales de EE.UU., como parte del proceso orientado a lograr su retorno al país", señaló la Fiscalía en un mensaje en su cuenta de Twitter.

La Unidad de Cooperación Judicial Internacional de la Fiscalía indicó que Toledo participará el viernes 19 a las 10.30 hora de California en otra la audiencia que servirá para determinar si sale bajo fianza o deberá afrontar el proceso de extradición en prisión.

El 9 de febrero del 2017, el juez Richard Concepción Carhuancho ordenó 18 meses de prisión preventiva contra el expresidente por presuntamente recibir, entre el 2006 y el 2010, US$ 35 millones de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de la concesión de los tramos 2 y 3 de la carretera Interoceánica Sur, considerada la obra estrella de su mandato. Sin embargo, la orden no puso ser llevada a cabo porque ya en enero, el exmandatario había salido de Perú rumbo a a Panamá para luego dirigirse a Estados Unidos, país donde es residente.

En mayo del año pasado, las autoridades peruanas presentaron un pedido formal de extradición a EE.UU., un proceso que -según el diario Perú 21- podría tener una duración entre seis meses o un año.

Los casos en su contra

Fue el exdirector ejecutivo de Odebrecht en Perú, Jorge Barata, quien en noviembre de 2016 señaló al fiscal Hamilton Castro, que en noviembre del 2004 acordó con el exmandatario Toledo un soborno de US$ 35 millones por la licitación de los tramos 2 y 3 de la Interoceánica Sur. El contrato fue firmado en 2005 y su valor final ronda los US$ 1.340 millones, según señaló el diario El Comercio.

Barata señaló que los pagos a Toledo comenzaron en 2006 de forma escalonada mediante una red de empresas offshores que el amigo de Toledo Josef Maiman Rapaport tenía en Europa y Centroamérica. Para ello Barata entregó las 18 transferencias bancarias al juez.

En todo caso, desde 2013 la fiscalía estaba investigando a Toledo por las compras inmobiliarias que hizo su suegra, Eva Fernenbug, en 2012 mediante la empresa offshore costarricense Ecoteva, por las que gastó más de US$ 5 millones en una casa en Las Casuarinas en Lima y una oficina en la Torre Omega en Surco, también en la capital peruana. Por otro lado, con los fondos de Ecoteva, las hipotecas de las casas del expresidente en Camacho (La Molina) y en Punta Sal (Tumbes) fueron pagadas. Así, la fiscalía pidió juzgar Toledo y los que participaron de las compras por presunto lavado de activos.

Maiman, por su parte, también terminó colaborando (en febrero llegó a un acuerdo de delación compensada con la fiscalía) y explicó que sus empresas offshore sí recibieron dinero de Odebrecht y que Toledo sabía de eso. El lunes se conoció que el Ministerio Público ya entregó al Poder Judicial peruano ese acuerdo de colaboración firmado con Maiman, quien el pasado 27 de junio señaló ante los fiscales peruanos que Odebrecht depositó en sus cuentas, en realidad, casi US$ 35 millones en sobornos para el expresidente.

Toledo siempre ha negado vínculos con la corrupción y afirmó en diversas ocasiones que todo es un ataque de sus enemigos y es víctima de una persecución política. "Esta maldita justicia peruana que está politizada por el fujimorismo y el Apra, no me ha impedido estar junto a mi familia y estar junto a mi hermana Margarita que acaba de morir de cáncer", dijo el exmandatario en conversación con la radio RPP en marzo del año pasado.

"Es una buena noticia, porque desde hace ya varios años se estaba tramitando la extradición del expresidente Toledo contra el cual hay pruebas abrumadoras de corrupción. Hay que esperar el desenlace que esto tenga en la justicia norteamericana, ojalá que se le extradite para ser procesado acá", dijo a La Tercera, Fernando Rospigliosi, quien fue ministro del Interior durante el gobierno de Toledo, desde julio de 2001 a julio de 2002.