A última hora del lunes, el presidente ruso Vladimir Putin admitió las dificultades que se estaban viviendo a la hora de llevar a cabo su “operación militar especial” en Ucrania. “La situación en las Repúblicas Populares de Donetsk y Luhansk, en las regiones de Kherson y Zaporizhzhia es extremadamente difícil”, señaló el líder, habitualmente esquivo a reconocer complicaciones en sus objetivos.
El líder del Kremlin se refería así a los cuatro territorios que, luego de realizar referéndums declarados ilegales por la ONU, Moscú anexionó como parte de su territorio en septiembre. Putin ya había dicho a principios de diciembre que la guerra “puede ser un proceso largo”.
A pesar de lo declarado en la ceremonia de anexión, ninguna de los cuatro territorios alegados como rusos están controlados por las fuerzas del Kremlin, y de hecho en noviembre las tropas fueron expulsadas de la capital regional de Jersón, al sur de Ucrania.
A 300 días del inicio de la invasión rusa, que tuvo por inicio el 24 de febrero de este año, Putin lideró las celebraciones por el Día de los Servicios de Seguridad, una fecha celebrada en toda Rusia y en la que pidió a estos que se intensifique la vigilancia, en miras a asegurar sus fronteras y combatir nuevas amenazas.
Ya desde ayer, una visita de Putin a Minsk, capital de Bielorrusia, había levantado las alarmas ucranianas respecto a una posible entrada del vecino del norte en la guerra. Sin embargo, en la conferencia de prensa conjunta del presidente ruso con su par bielorruso, Aleksandr Lukashenko, se limitó a tratar los beneficios de su alianza económica y en defensa.
Según Dmitri Kuleba, ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, este viaje por parte de Vladimir Putin no fue sino un “baile político”: “La reunión entre Putin y Lukashenko es otro baile realizado por ellos. Según la información que tenemos actualmente, no se tomaron decisiones críticas en esta reunión”.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró que las especulaciones respecto a un rol más activo de Bielorrusia en la guerra eran “infundadas” y “estúpidas”. Por su parte, Putin aseguró que “Rusia no tiene interés en absorber a nadie”, respondiendo así al portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price. Este último respondió: “Creo que una declaración así tiene que ser tratada como una gran ironía, venida de un líder que busca en este momento absorber violentamiente a su otro vecino pacífico”.
Por su parte, el presidente de Ucrania Volodimir Zelensky visitó la ciudad de Bakhmut, considerada un punto crítico en el Donbas. En tal lugar se han desarrollado los combates más intensos de las últimas semanas, y a pesar de que el mandatario suele visitar las zonas en el frente, este viaje se ve como uno particularmente arriesgado.
Una fuente del servicio de prensa señaló al respecto que Zelensky “se reunió con militares, habló con ellos y condecoró a nuestros soldados”. Las tropas rusas llevan meses intentando entrar a Bakhmut, atacando constantemente con fuego de artillería. “Zelensky en Bakhmut. El presidente más valiente de la nación más valiente”, señaló en Telegram el vice primer ministro ucraniano, Mijailo Fedorov.
En declaraciones para la prensa, el presidente ucraniano aseguró: “Desde mayo, los ocupantes han estado tratando de romper nuestro Bakhmut, pero el tiempo pasa y Bakhmut está rompiendo no solo al ejército ruso, sino también a los mercenarios rusos que vinieron a reemplazar el ejército desperdiciado de los ocupantes”. Esto último tiene relación con los reportes que se han sabido respecto al Grupo Wagner, una empresa de mercenarios rusa que, según reportes, lidera el asalto a Bakhmut.
“Doy las gracias a todos los combatientes que heroicamente mantienen la dirección de Bakhmut, Soledar, Avdiivka, Maryinka, Kreminna y toda la región de Donbás, una de las más fuertes en Ucrania antes de la llegada de Rusia, que Rusia está destruyendo hasta los cimientos. Tal crueldad no le dará nada al enemigo”, dijo el presidente ucraniano.
Ya en noviembre, en una visita a la región de Donets, Zelensky había declarado que el frente estaba “literalmente cubierto” de cadáveres rusos. “La región de Donetsk sigue siendo el epicentro de la mayor locura de los ocupantes: mueren cientos todos los días. El suelo frente a las posiciones ucranianas está literalmente cubierto de los cuerpos de los ocupantes”.