Las conversaciones entre el Gobierno venezolano y la oposición continuarán "tentativamente" el próximo lunes, anunció el presidente dominicano, Danilo Medina, anfitrión del diálogo, al término de la reunión de hoy.
Medina explicó que ambas partes firmaron "un acta con los avances de la agenda del diálogo" pero que quedan asuntos pendientes que deben ser discutidos en Caracas, por lo que se van a dar varios días para volver a la mesa de diálogo en Santo Domingo.
El presidente dominicano señaló que no se pueden ofrecer detalles de los avances porque el principio que guía estas conversaciones es que "nada está acordado hasta que todo esté acordado".
"Estamos a la espera de esa discusión de pocos temas que tienen que ser consensuados en Caracas para reanudar el próximo lunes", afirmó Medina.
Tras la reunión de hoy, "ambas partes se trasladan a Caracas para comenzar las consultas y poderse reunir allá y tenemos un plazo de entre tres y cinco días, tentativamente el próximo lunes para llegar a un acuerdo", añadió Medina.
El Gobierno venezolano y una dividida oposición iniciaron el pasado lunes una nueva ronda de diálogo que se extendió hasta hoy tras el polémico adelanto de las elecciones presidenciales en las que el mandatario Nicolás Maduro aspira a la reelección.
El adelanto electoral así como el proceso obligatorio de validación de formaciones que decretó la Asamblea Constituyente, de mayoría oficialista, han marcado esta nueva ronda de conversaciones.
La oposición anunció el sábado pasado que exigirá en esta nueva ronda "garantías electorales que permitan unas elecciones justas" y señaló que estas conversaciones representan "una oportunidad definitiva para que el Gobierno revise sus recientes decisiones".
Los otros aspectos centrales para la oposición en este diálogo son la apertura de un canal humanitario que permita el envío de medicinas y alimentos, la liberación de los privados de libertad que considera "presos políticos" y la restitución de los poderes constitucionales de los que fue despojado el Parlamento.
En tanto, el oficialismo exige el levantamiento de las sanciones económicas que pesan sobre algunos de sus funcionarios y el reconocimiento de la Asamblea Constituyente, un órgano plenipotenciario integrado solo por oficialistas y no reconocido por numerosos Gobiernos.