Diego Borja, candidato a vicepresidente de Ecuador: “El país está viviendo el momento más trágico de su historia republicana”

Diego Borja, candidato a la vicepresidencia, se toma una selfie en un mitin de Luisa González, abanderada presidencial del partido Revolución Ciudadana, mientras inicia su campaña para las elecciones, en Quito, el 5 de enero de 2025. Foto: Reuters

De cara a las elecciones presidenciales de mañana en Ecuador, el compañero de fórmula de la candidata correísta Luisa González conversó con La Tercera sobre la crisis de seguridad, migratoria y económica que azota al país, su relación con el movimiento de Rafael Correa y la gestión del mandatario Daniel Noboa. “Nosotros estamos plenamente conscientes que hay todo un juego sucio por parte del gobierno”, denuncia Borja.


Vamos a Revivir Ecuador”, ha sido la promesa de la dupla política Luisa González y Diego Borja, candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia por la Revolución Ciudadana, para las elecciones generales de este domingo en ese país, donde más de 13,7 millones de ecuatorianos están convocados a las urnas.

González (47), abogada y exasambleísta, fue funcionaria del gobierno de Rafael Correa (2007-2017) en varios ministerios y sigue ligada a la Revolución Ciudadana, el proyecto político del exmandatario que ahora está radicado en Bélgica tras ser acusado de corrupción. Ya fue candidata presidencial en 2023, llegando a la segunda vuelta contra el actual presidente Daniel Noboa, quien ahora busca legitimar su gobierno en las urnas tras asumir el poder ese año.

En tanto, Borja (60), ministro de Economía y Finanzas (2005-2006) bajo el gobierno de Alfredo Palacio y ministro Coordinador de la Política Económica (2008-2010) en la administración de Rafael Correa, ha tenido una relación intermitente con el movimiento correísta: fue parte de él, se distanció y ahora regresa como uno de los principales representantes. Aunque, su candidatura enfrenta una polémica, pues Daniel Noboa lo acusa de lucrar con un contrato estatal y retener, junto a su esposa, el 67% de un fideicomiso que recibió US$ 5,2 millones de Petroecuador.

En entrevista con La Tercera, Borja se refirió a la propuesta del dúo para paliar la crisis de seguridad y económica que azota al país, al retorno de migrantes ecuatorianos desde Estados Unidos, a su relación con el movimiento de Rafael Correa, a la gestión y cuestionamientos de Noboa en su contra, y a su visión sobre el futuro político de Ecuador.

¿Cuál es su diagnóstico de la situación actual en Ecuador?

Ecuador está viviendo el momento probablemente más trágico de su historia republicana. Tenemos varias crisis que se han juntado al mismo tiempo y una en particular que golpea con mucha fuerza y que nos es nueva a los ecuatorianos, que es la crisis de seguridad. El mes de enero de este año terminamos con 750 homicidios violentos. Es una cifra inusitada en el país. El año pasado terminamos enero con 479 homicidios y ya era una cifra extremadamente alta. Hoy día son 750, es algo extremadamente grave y eso está destruyendo el tejido social. Pero a esta crisis de inseguridad hay que aumentarle la crisis económica: una falta total de empleo, una caída de la economía. Entonces se junta inseguridad con desempleo, falta de producción, falta de dinamismo económico y eso genera un contexto de violencia y de pobreza, que es un combinado extremadamente peligroso.

Respecto de la deportación de los migrantes ecuatorianos desde Estados Unidos, usted advirtió que eso podría afectar la dolarización del país. ¿Cómo evalúa el impacto de las deportaciones? ¿Y qué soluciones tienen vistas para poder mitigar los efectos que va a tener en la economía?

Hemos planteado en lo inmediato un plan denominado Acoge, que tiene como objetivo proteger la expulsión violenta de los migrantes por la política migratoria del gobierno de Estados Unidos. La idea es usar la fuerza consular para exigir que nuestros migrantes sean deportados sin violencia, sin esta forma humillante como les han enviado: esposados y encadenados como si fueran delincuentes. Hemos planteado que la acogida a los migrantes debe tener componentes económicos, de acogida económica: un salario mínimo durante tres meses, créditos de baja tasa de interés, una bolsa de empleo emergente. Pero también otros aspectos como la ayuda psicológica y mental para personas que van a estar en una situación muy vulnerable psicológicamente hablando, para familias que van a estar desequilibradas por todo este tema violento y para otras personas que van a estar en una situación muy vulnerable. Para una reunificación familiar que sea un poco menos traumática de lo que ya fue la desintegración. Y también un componente administrativo, porque muchos de ellos vienen con problemas incluso en sus documentos de identidad y en muchos ámbitos que no tienen que ser una carga más cuando tú vienes en estas condiciones tan difíciles de retorno.

Migrantes guatemaltecos se sientan en un bus después de llegar a la Base Aérea La Aurora en un vuelo de deportación desde EE.UU., en Ciudad de Guatemala, el 24 de enero de 2025. Foto: Reuters

El exmandatario Rafael Correa dijo en una entrevista con el canal Hechos Ecuador que el presidente Noboa pagó por estar en primera fila de la investidura de Donald Trump, y que “aplaudió como foca” la idea de deportar a migrantes indocumentados, obviamente incluyendo a los ecuatorianos. ¿Cómo valora usted la postura de Noboa en esta materia?

Es realmente vergonzosa la postura que ha tenido Daniel Noboa respecto de los migrantes. Realmente vergonzosa, porque al menos pudo mantener las formas, guardar distancia, hacer un viaje de emergencia a los sitios de mayor migración en Estados Unidos. Y pretender tener algún nivel de empatía con los ecuatorianos que están en una situación extremadamente complicada. Pero nada de eso sucedió. Y efectivamente lo que hizo fue ir a una posesión, probablemente pagando para estar en ella, para ostentar una postura de supuesta cercanía con el presidente norteamericano, pero con total lejanía respecto de los migrantes en ese país. Es una postura vergonzosa para un gobernante.

En 2012, usted se separó del correísmo por un caso de supuesta falsificación de firmas, que fue vinculado a su partido. ¿Qué lo llevó a regresar a este movimiento político después de esa ruptura?

Hubo varios momentos de discrepancia. Ese escándalo montado fue probablemente uno de los hechos más vergonzosos de la política interna, que lo llevó adelante un secretario ejecutivo del movimiento, en ese momento Alianza País, que luego se separó y que se quedó con el traidor (Lenín) Moreno. Entonces, tú ves ahí también la talla moral de quienes hicieron esas acusaciones. Pero más allá de eso hubo discrepancias fuertes, no solamente en ese momento, sino luego. Y claro, eso me llevó a ser crítico del presidente Correa, cuando él era el Presidente de la República, cuando era el hombre más poderoso del país, cuando tenía el poder de la República, cuando tenía la mayor aceptación. Y lo hicimos de manera frontal y directa como debe hacerse en una democracia, con discrepancia política. Pero luego, mira, Ecuador entra en un despeñadero, literalmente hablando, y pierde todos los equilibrios que había logrado. Todos los indicadores en educación, en salud, en economía, en seguridad, en energía, en todo se pierden. Ecuador es virtualmente destruido en siete años. Y eso implica que aquellos que tenemos amor por este país, amor por esta patria, pongamos las críticas y las discrepancias a un lado y nos podamos juntar nuevamente para levantar este país. Tanto es así que hemos llamado incluso a personas que provienen de otras políticas o ideologías, que si tienen buena voluntad para aportar en este momento son bienvenidos.

¿Cómo es la relación actual que tiene con Rafael Correa y con su compañera de fórmula, Luisa González?

Con Rafael nos conocemos hace muchos años, desde que éramos dirigentes estudiantiles en los años 80 y ventajosamente las discrepancias políticas no han afectado nunca la amistad en el plano personal. De manera que, al revés, hoy día yo creo que hacemos un gran bien a Ecuador dando una señal de que quienes incluso en algún momento discreparon pueden volverse a juntar en bien de un objetivo mayor. Creo que esa es una gran señal para la democracia ecuatoriana, más todavía en un contexto de mucho odio que se ha generado en Ecuador en los últimos años. Y lo mismo con Luisa González. Es decir, compartimos una visión política, un proyecto político y tenemos el suficiente amor por la patria para juntar esfuerzos y llevar adelante una política en beneficio de la gente.

En diciembre pasado se difundió un video donde se afirmaba que Luisa González supuestamente lo llamaba a usted “traidor”, pero rápidamente se desmintió. ¿Cómo han manejado ustedes este tipo de rumores durante la campaña?

Nosotros estamos plenamente conscientes que hay todo un juego sucio por parte del gobierno, en el que pretenden decir cosas, o manchar la honra de las personas, o incluso utilizar nuevas tecnologías. En los últimos días han salido videos manipulados con inteligencia artificial en los que hacen que nuestra candidata diga cosas que no ha dicho nunca. Entonces estamos muy claros de que este juego sucio está muy presente en el juego político ecuatoriano. Y obviamente lo rechazamos, nosotros no estamos de acuerdo con el juego sucio. Y creemos que cuando faltan las ideas, cuando faltan los argumentos, cuando faltan las propuestas, se acude a estas formas bajas de hacer política. Y la ciudadanía se va dando cuenta cuando es manipulación y cuando es verdad, y este juego está muy a la orden del día. Pero lo hemos venido enfrentando con propuestas, con relaciones con la gente, con escuchar a la gente, con visitas, y sobre todo con un planteamiento de levantar nuevamente al país.

A usted se le acusó de beneficiarse de contratos con Petroecuador a través de su empresa Downhole Tools, señalándose posibles conflictos de interés, nexos financieros no registrados con un fideicomiso y deudas a proveedores y trabajadores. ¿Cuál es su respuesta ante estas acusaciones?

Yo respondí en el plano legal. A las personas que prepararon esta noticia falsa las demandamos y están ya en el plano de la justicia. Y tendrán que responder por sus declaraciones en el plano de la justicia, porque todo fue falso.

Usted ha dicho que “Ecuador se ha caído, pero se levantará”. ¿Cuáles van a ser los primeros pasos para levantar el país?

Primero, el empleo para los jóvenes. Ese va a ser uno de los primeros pasos y hemos propuesto dos líneas concretísimas. Las pasantías para jóvenes en el sector público, pagadas con un salario mínimo y el 50% del salario para los jóvenes que sean incorporados por las empresas privadas durante un año.

¿Qué mensaje les diría a los ecuatorianos que quizá estén indecisos de votar por la dupla González-Borja?

A los ecuatorianos aquí, en Chile y en el mundo lo que yo les digo es: ya hemos probado lo que es “el nuevo Ecuador de Noboa”, que no ha resuelto ni los apagones, ni la inseguridad, ni el desempleo, ni nada. Ya lo han visto. Entonces ahora lo que proponemos es un acuerdo nacional con muchas fuerzas para levantar al país de este momento, en el cual se encuentra caído. Y con Luisa González, tenemos no solamente la experiencia y el conocimiento para hacerlo, sino el corazón. Y eso creo que en este momento es muy importante.

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