La expresidenta brasileña, Dilma Rousseff, ha acusado este domingo al actual mandatario del país, Jair Bolsonaro, de aprovechar los incendios forestales y facilitar la devastación de la Amazonía para abrirla a la explotación mineral.

"Bolsonaro quiere las maderas de la Amazonía, de gran calidad. Quiere criar ganado y hasta plantar, pero el principal objetivo es la exploración mineral: hay oro, potasio, tierras raras...", ha afirmado la exmandataria desde Madrid, donde ha participado en un acto con motivo del 130 aniversario de la fundación del sindicato UGT.

"Nosotros lo sabíamos, pero nunca dejamos poner la mano encima de la Amazonía porque es una gestión de soberanía de nuestro país. Brasil sin la Amazonía no es Brasil", ha añadido la expresidenta.

En cuanto llegó al poder, Bolsonaro "dio comienzo a su proceso de destrucción de la Amazonía". "No es casual. Es deliberada. Pretende simplemente entregar partes de la Amazonía" a las grandes empresas, ha advertido.

Rousseff ha destacado la importancia de los sindicatos y los momentos "heroicos" de la historia de la UGT y ha denunciado que ahora las élites "están intentando destruir los sindicatos". "En Brasil también están intentando destruir los sindicatos. Solo lo conseguirán si les dejamos, porque los sindicatos son el producto de la acción conjunta de los trabajadores. Nosotros no les dejaremos", ha remachado.

Para la política en Brasil se vive además una "emergencia conjunta" por el neofascismo y la política neoliberal. "Son como hermanos siameses en Brasil. No hay política neoliberal sin neofascismo. Esta es la gran trampa en la que estamos metidos en Brasil", ha señalado.

Este "neofascismo" de Bolsonaro es resultado del golpe de nuevo cuño que la derribó del Gobierno. "No es como los anteriores, con tanques en las calles y cierre del Congreso (...). No se corta el árbol de la democracia como en las dictaduras militares. Ahora no. Ahora se utilizan hongos, parásitos y se comen ese árbol por dentro. Atacan su sistema de justicia, su sistema parlamentario con la colaboración de los medios de comunicación", ha argumentado.

Además, Rousseff ha defendido al histórico líder de su formación el Partido de los Trabajadores, Luiz Inácio Lula da Silva, encarcelado por corrupción según ella con acusaciones falsas y que podría salir de la cárcel en libertad condicional al haber cumplido una sexta parte de la condena. "Dicen, ¡qué extraño un presidente que no quiere salir de la prisión! No quiere salir con un control electrónico. Quiere salir con la cabeza alta. Como lo que es, un inocente", ha explicado.

"Lula representa aún hoy el sueño de que otro mundo es posible. Es una bandera", ha remachado entre los jaleos de los asistentes, que han reclamado la libertad del exmandatario.