La diplomacia del Vaticano para con Rusia y Ucrania sufrió dos reveses este jueves, luego que el líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa canceló una reunión prevista con el Papa Francisco y Ucrania convocó al embajador de la Santa Sede para quejarse de los últimos comentarios de Francisco sobre la guerra.
“El corazón ucraniano está desgarrado por las palabras del Papa”, dijo el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, a los periodistas en Kiev después de que el nuncio del Vaticano fuera citado. “Ha sido injusto”.
Sus declaraciones fueron en respuesta a los comentarios de Francisco sobre el asesinato de Darya Dugina, una comentarista nacionalista de la televisión rusa e hija del ideólogo ruso Alexander Dugin, que apoya la guerra.
El prelado incluyó a la “pobre chica” asesinada con un coche bomba en Moscú, así como a los huérfanos de Ucrania y Rusia, entre los “inocentes” que han sido víctimas de la “locura de la guerra”.
Rusia ha acusado a la inteligencia ucraniana del ataque, lo que Ucrania niega.
Francisco ha criticado la guerra en Ucrania, pero ha intentado mantener una puerta abierta al diálogo con Moscú, absteniéndose de condenar a Rusia, al presidente Vladimir Putin o al líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa por su nombre. Su enfoque centrista ha enfadado a Kiev, pero se ciñe a la tradición diplomática del Vaticano de no tomar partido en un conflicto.
Dicho esto, el patriarca ruso Cirilo canceló su asistencia a una reunión interreligiosa en Kazajistán el próximo mes, donde se esperaba que se reuniera con Francisco, según su enviado en el extranjero, el metropolitano Antonio de Volokolamsk.
Cirilo ha justificado la invasión rusa de Ucrania por motivos espirituales e ideológicos, calificándola de batalla “metafísica” contra Occidente. Ha bendecido a los soldados rusos que van a la batalla y ha invocado la idea de que rusos y ucranianos son un solo pueblo.
Francisco ya había confirmado el mes pasado que se reuniría con Cirilo en la reunión de Kazajistán, en lo que habría sido el segundo encuentro de la historia entre un Papa y un patriarca ruso. El primero fue en 2016 y el segundo estaba previsto para junio, pero se pospuso por las consecuencias diplomáticas de la guerra.
AP