Decenas de diplomáticos europeos y latinoamericanos abandonaron abruptamente una reunión de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU el miércoles en Ginebra cuando tomó la palabra el ministro de exteriores venezolano, Jorge Arreaza.
En su discurso el canciller venezolano presentó la idea de que el presidente Nicolás Maduro y el estadounidense Donald Trump mantengan conversaciones en busca de "terreno común" sobre la crisis creciente del país sudamericano.
Dijo Arreaza: "Llamamos al diálogo, diálogo con Estados Unidos: '¿por qué no entre los presidentes Maduro y Trump?¿Por qué no habrían de reunirse para tratar de encontrar terreno común y explicar sus diferencias?". También abogó por el diálogo entre los ciudadanos venezolanos.
Arreaza dedicó buena parte de su discurso a denunciar lo que llamó la "agresión" de Estados Unidos contra su país.
Estados Unidos y otros 50 países han reconocido al dirigente opositor Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, argumentando que debido a generalizadas denuncias de fraude en las elecciones recientes, Maduro no es el mandatario legítimo y Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional constitucionalmente debe ocupar el cargo. Muchos de los representantes de esos países extranjeros abandonaron el foro cuando llegó Arreaza.
Estados Unidos es uno de los países que reconocen a Guaidó, pero ningún diplomático de Washington estaba presente en el acontecimiento del miércoles, pues bajo la presidencia de Donald Trump, Estados Unidos abandonó el Consejo de la ONU al considerar que es demasiado antiisraelí.