Una semana antes de que el expresidente Pedro Pablo Kuczynski renunciara al cargo, el 23 de marzo de 2018, la encuestadora Ipsos reveló que el 81% de los peruanos no conocía el nombre del primer vicepresidente, Martín Vizcarra, quien asumiría las labores en una eventual vacancia. Un año y medio después, el escenario es totalmente distinto.

El desconocido político que se abanderó en la lucha contra la corrupción hasta el punto de cerrar el Congreso, vive actualmente una luna de miel con la ciudadanía. Por ello, no renunciaría en los próximos días para convocar elecciones inmediatas como solicitó su vicepresidenta Mercedes Aráoz. Incluso dos de los biógrafos de Vizcarra aseguran a La Tercera que tras dejar el Palacio Pizarro en 2021, y dada la alta popularidad que ha cosechado en los últimos meses, podría buscar ser presidente nuevamente, esta vez siendo electo en las urnas y con un proyecto propio.

"Es un político atípico provinciano, no pertenece a ningún partido, se formó solo, es ingeniero civil. Hasta recuerda los inicios de Alberto Fujimori en los 90 cuando decían quién es este chinito, ingeniero agrónomo. El antes y después se marcó en su discurso del 28 de julio de 2018 cuando convocó a referéndum por los proyectos anticorrupción. Ahí, se demostró que Vizcarra venía a Lima a remecer el establishment político, empresarial y de poder, quienes al principio creían que podía ser un sujeto moldeable y de pronto ven que no", explica a este medio Rafaella León, periodista peruana y autora del la biografía Vizcarra: Retrato de un poder en construcción.

Para Martín Riepl, autor de Vizcarra: Una historia de traición y lealtad, el Mandatario peruano llegó al poder como "una especie de lienzo en blanco en el que los peruanos proyectan las expectativas sobre el político que creían merecer". "Pero algo que marca a Vizcarra es la desconfianza", comenta el escritor y periodista peruano.

"Hermanitos"

Al ya reconocido enfrentamiento entre el Ejecutivo liderado por Vizcarra y el Congreso de mayoría fujimorista, se sumó desde julio pasado el choque público con "Meche" Aráoz, quien tras la disolución del Legislativo juró ante la oposición como "presidenta encargada" para después renunciar.

Aráoz y Vizcarra se conocieron en 2015, un año antes de las elecciones en las que PPK salió electo por escaso margen frente a Keiko Fujimori. "En la campaña de 2016, ellos eran muy cercanos, eran amigos. Incluso se llamaban 'hermanitos', porque Vizcarra nació el mismo día (22 marzo) que la hermana de Mercedes y durante la campaña a Vizcarra le tocó pasar su cumpleaños solo en Lima, entonces ella lo invitó a una peña, un restaurante criollo para celebrar. Con el tiempo se fueron distanciando", señala Riepl.

El quiebre entre ambos políticos habría ocurrido en diciembre de 2018. "Meche le dice a Vizcarra: si vacan a PPK yo sí voy a renunciar y tú deberías hacer lo mismo porque le debemos lealtad", señala León, quien asegura que ahí habrían comenzado los problemas. Y añade: "Vizcarra habló con PPK y le dijo que si renunciaba quién iba a gobernar, ¿Luis Galarreta?, fujimorista y presidente del Congreso. Ahí PPK le dice: tienes razón, no renuncies".

"La familia de Vizcarra me dijo que cuando él se negó a renunciar se sintió presionado. Él pensó que lo querían puentear, es decir, pasar sobre él. Que si Vizcarra renunciaba, 'Meche' se convertiría en la primera Presidenta del país. En conversaciones con Aráoz, ella lo ha negado, pero finalmente Vizcarra no confiaba en ella", sostiene Riepl.

El futuro de Vizcarra

En esa línea, no fue extraño que Mercedes Aráoz adujera que no conocía y que no estaba de acuerdo con el proyecto de ley presentado por el Presidente Vizcarra para adelantar las elecciones generales un año. "Mercedes pertenece al gobierno, pero no al círculo de los que toman decisiones en el Palacio, que son cinco asesores fieles, personales y cercanos a Vizcarra", dice Rafaella León, editora de revista Somos.

Ambos biógrafos coinciden en que "el Presidente Martín Vizcarra no va a renunciar". Tanto León como Riepl son enfáticos al señalar que el mandatario peruano "ha generado una empatía interesante con la ciudadanía", que "representa el divorcio de la calle con una forma de hacer política". "Vizcarra no puede renunciar porque (su dimisión) tiene que ser aceptada por el Congreso y ahora no hay Legislativo, pero hay que esperar el pronunciamiento del Tribunal Constitucional para determinar si la medida fue legal", comentan.

En algo que no habría dudas es que con el gran respaldo ciudadano que tiene, especialmente tras los episodios de esta semana, Vizcarra buscará volver a la presidencia, pero esta vez a través de una candidatura. En Perú, no existe la reelección inmediata, por lo que deberá esperar unos años.

"Vizcarra va a volver a la política, no inmediatamente, quizás para 2030", señala León. "En una de las conversaciones que tuvimos me dijo: 'yo no soy un político que quiere estar toda la vida en esto'", agrega. A juicio de la autora peruana, "tiene un buen margen de edad para iniciar un proyecto propio y algo positivo que no quede en el hartazgo social. Es ahora donde se está formando el futuro de Vizcarra", señala.

A juicio de Riepl, ahora comienza el trabajo para el Mandatario. "Su familia ya me ha dicho que él se piensa candidatear para 2026, depende de si las elecciones serán el 2020 o 2021. Pero ahora que no tiene Congreso que lo frene, la ciudadanía le puede reclamar más resultados. Eso sí, muchas de sus decisiones están en función de conservar el apoyo popular y no llegar como un candidato quemado", concluye.