Como en tantas otras jornadas de movilizaciones sociales y marchas callejeras, la oposición venezolana y el chavismo protagonizaron este miércoles multitudinarios actos en Caracas, que hasta la noche de este miércoles han dejado siete fallecidos. Sin embargo, esta vez la medición de fuerzas fue diferente, ya que la división se agravó, por lo que Venezuela despertará este jueves con dos "Presidentes".
Los gritos de "¡va a caer, este gobierno va a caer!", se cruzaron de este a oeste con los cánticos de "¡Viva el pueblo y su Presidente Constitucional Nicolás Maduro!". Así, mientras que en el acto convocado por el líder de la Asamblea Nacional (AN) -de mayoría opositora y que el chavismo desconoce desde 2017-, en la Plaza Juan Pablo II de Chacaíto, Juan Guaidó se juramentó como "Presidente encargado" de Venezuela, Maduro insistió en que él es el único gobernante del país.
"Juro asumir formalmente las competencias del Ejecutivo nacional como el Presidente encargado de Venezuela para lograr el cese de la usurpación", anunció Guaidó, que a partir de ahora intentará llevar a cabo una suerte de gobierno paralelo.
La nueva ofensiva de la oposición contra Maduro fue respaldada rápidamente por Estados Unidos, Chile y los otros miembros del Grupo de Lima -con la excepción de México-, y la OEA. Así, Guaidó, de apenas 35 años y quien el 5 de enero asumió como el titular de la AN, abrió un nuevo escenario en el país, algo impensado meses atrás.
La estrategia de Guaidó obligó a que horas más tarde, Maduro rompiera relaciones con Washington. Desde el "Balcón del Pueblo" en el Palacio de Miraflores, el Presidente venezolano dio un ultimátum de 72 horas para que los funcionarios estadounidenses abandonen el país por "intervencionismo".
"Es una gravísima irresponsabilidad, una gravísima insensatez de la política extremista del gobierno de Donald Trump contra Venezuela (...), tratar de imponer un gobierno por vías extraconstitucionales, no lo podemos aceptar", exclamó Maduro, acompañado por el número dos del chavismo, Diosdado Cabello, su esposa Cilia Flores y la Vicepresidenta, Delcy Rodríguez.
"Hay una serie de eventos que crean un estado de incertidumbre (...) cualquier cosa puede pasar", señaló a La Tercera el biógrafo de Maduro, Roger Santodomingo. "Es un juego de fuerzas que terminará por sacar a Maduro", agregó.
Y es que la decisión de Guaidó de autoproclamarse como mandatario interino, no solo sacudió a la política interna venezolana, sino que también tuvo repercusiones a nivel regional. En ese sentido, el gobierno mexicano de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) respaldó a Maduro y fue blanco de críticas por su postura respecto del chavismo.
"El gobierno de transición"
Para algunos analistas, el paso dado por Guaidó bien podría responder a un mero simbolismo. Sin embargo, otros expertos sostienen que su estrategia podría dar frutos concretos, con miras a una salida de Maduro y un eventual proceso de transición.
Según dijo a La Tercera el analista venezolano Erik del Búfalo, el avance "no es para nada simbólico, representa exactamente lo que manda la Constitución cuando hay un vacío de poder y representa un acto formal de Estado".
De acuerdo al Artículo 233 de la Carta Magna venezolana, se establece que pueden existir faltas absolutas del Presidente de la República y que en ese caso la Asamblea Nacional puede decretar un "abandono del cargo". Esta misma figura fue aplicada por la AN sobre la actual administración de Maduro en 2017 por "incumplimiento de deberes constitucionales". Ahora, la oposición considera que el mandatario cometió un acto ilegítimo al asumir el 10 de enero por un segundo período (hasta 2025) tras unas elecciones absolutamente cuestionadas.
Con todo, el "Presidente encargado" desestimó rápidamente las últimas determinaciones del Palacio de Miraflores. A través de un comunicado, Guaidó comunicó a todas las embajadas presentes en Venezuela que "desea firmemente que mantengan su presencia diplomática" en el país.
De acuerdo al politólogo venezolano Luis Salamanca, "esto se resuelve por la vía que tome Estados Unidos. ¿Van a sacar su personal en 72 horas como pidió Maduro?, porque si no lo hacen los podrían sacar por la fuerza y si eso pasa, ¿enviarán una misión militar para protegerlos? Ahora se abre un calvario", apuntó a La Tercera.
Como en otros momentos de alta tensión, se piensa que todo pasa por la postura del alto mando, que la noche de este miércoles reiteró su respaldo a Maduro.