Los doce escolares y su tutor atrapados en una cueva del norte de Tailandia desde hace dos semanas se comunicaron  con sus familiares a través de cartas que comparten un mensaje común: "Estamos bien".

Los cuerpos de elite de la marina tailandesa publicaron hoy las misivas en su perfil de Facebook, tras, previsiblemente, portarlas a través los túneles subterráneos parcialmente inundados a lo largo de la cavidad y entregarlas a los familiares.

"No se preocupen, papá y mamá. Hace dos semanas que me fui pero volveré para ayudarlos en la tienda", escribió Bew, cuyos padres administran un negocio de ultramarinos.

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Una de las cartas escritas por los niños que se encuentran atrapados en una cueva en Taliandia. Foto: Reuters[/caption]

"No se preocupen por mí, los echo de menos a todos. Los quiero. Yo estoy bien aquí, mis hermanos los marines me están cuidando", escribe Mik, otro de los niños.

"Estoy bien, solo un poco de frío, pero no se preocupen por mí. No se olviden de mi fiesta de cumpleaños", dice Night, quien cumplió años dentro de la cueva. "Mamá, papá los quiero; y a mi hermano pequeño también. Si salgo, por favor llevarme a una parrillada", pide a sus familiares Night.

El entrenador de fútbol que acompaña a los doce niños que siguen atrapados en una cueva de Tailandia también envió una misiva, donde ofrece disculpas a los padres de los chicos.

"Gracias por todo el apoyo moral, pido perdón a todos los padres", dijo el joven entrenador de 25 años, Ekkapol Chantawong, en esta carta publicada por los socorristas.

Tras la publicación de dos videos, el primero grabado cuando unos buzos británicos descubrieron al grupo el lunes por la noche y el segundo, el martes, no se ha vuelto a publicar ninguna grabación.

Las autoridades trataron de establecer un canal de comunicación telefónica extendiendo dos kilómetros de cable en la cueva, pero no funcionó.

Un exbuzo de la Marina tailandesa murió el viernes durante una operación de abastecimiento en la cueva.

La muerte del rescatista avivó las dudas sobre si una evacuación sin riesgos de los niños, que llevan 14 días atrapados en la cueva de Tham Luang, es factible.

El viernes por la noche, el jefe de la célula de crisis, Narongsak Osottanakorn, también gobernador de la provincia de Chiang Rai, juzgó que una evacuación por buceo no era "oportuna".

Una buena parte de los niños, de entre 11 y 16 años, no saben nadar y ninguno ha practicado submarinismo, lo que complica aún más las operaciones.

De momento, un buzo experimentado necesita once horas para un trayecto de ida y vuelta hasta los niños, seis de ida y cinco de vuelta, gracias a la corriente.

El recorrido es de varios kilómetros y tiene algunos tramos angostos y otros que se tienen que realizar bajo el agua.