Dos jóvenes turistas estadounidenses fueron detenidos por el asesinato de un carabinero vestido de civil en el centro de Roma, que provocó airadas reacciones en Italia, sobre todo porque en un principio los sospechosos fueron descritos como magrebíes.
Aunque no falten ni testimonios ni elementos materiales, siguen quedando algunas lagunas en torno a la muerte de Mario Raga Cerciello, de 35 años, apuñalado por un joven que estaba siendo arrestado por el robo de una mochila el viernes de madrugada en un barrio acomodado cercano al Vaticano.
El caso generó conmoción en el país, y a la mañana siguiente se sucedieron los homenajes al carabinero, que acababa de regresar de su luna de miel, en Madagascar.
Invitado en un programa de televisión, el ministro del Interior, Matteo Salvini, prometió que los sospechosos, que fueron filmados por las cámaras de vigilancia, serían detenidos sin demora.
"Al parecer no son italianos, ¡qué sorpresa!", agregó, reclamando que debían ser condenados a "trabajos forzados para siempre" para "esos bastardos".
Los internautas italianos se expresaron en el mismo tono, incluida una parte de la clase política, mientras que los medios italianos describieron a los sospechosos como magrebíes.
El jefe de político del gobierno, Luigi Di Maio, denunció que el hecho corresponde a un "acto vil contra el Estado", cuyos autores tendrán que "pagar su pena en su país".
Intento de extorsión
Según un comunicado de los carabineros transmitido este sábado por la mañana, se trata de dos estadounidenses de 19 años que tenían regresar a Estados Unidos esa misma noche, quienes habrían sido los responsable del ataque en contra del funcionario policial.
El arma del crimen, un cuchillo "de importantes dimensiones", fue encontrado escondido en el doble techo de su habitación de hotel. También se confiscó la ropa que llevaban la noche del asesinato.
En el documento se indica que los dos sujetos rindieron declaración la noche del viernes y confesaron que habían robado la mochila de un italiano y le reclamaban 100 euros y un gramo de cocaína para devolvérsela.
El ciudadano italiano avisó a las fuerzas de seguridad, y cuando los carabineros trataron de detener a los estadounidenses, uno de ellos sacó el arma cortopunzante.
Según medios italianos que citaron a los investigadores, la víctima del robo, según los dos turistas, les habría vendido aspirina en polvo en lugar de cocaína, lo que habría iniciado el conflicto.
De acuerdo con los medios, el que confesó haber matado al carabinero aseguró que no eran conscientes de estar tratando con policías y que se asustaron, pensando que se trataba de amigos de la víctima del robo.
Los dos estadounidenses fueron detenidos por homicidio agravado e intento de extorsión, cargos que tendrán que ser validados por un juez.
El agente será enterrado el lunes en su ciudad natal, a los pies del Vesuvio, en presencia de numerosos representantes del Estado.