La abstención electoral es un tema que preocupa tanto a Jair Bolsonaro como a Luiz Inácio Lula da Silva, aunque de manera especial a este último. Históricamente, señalan expertos, los balotajes presidenciales en Brasil ven caer su participación respecto a las primeras vueltas, entre otros factores, porque en muchos casos los electores no sienten motivación de concurrir otra vez a las urnas cuando ya se han definido los ganadores de otros cargos en la primera ronda de los comicios generales, en especial los gobernadores. Esta vez, no obstante, están por definirse 12 de las 27 disputas estaduales.
Con todo, el llamado pase libre en el transporte público parece haberse convertido en la clave de Lula y Bolsonaro contra la abstención en la segunda vuelta de este domingo, destaca el diario O Globo.
En un esfuerzo por reducir el ausentismo electoral, el número de votantes que podrán beneficiarse del transporte público gratuito en las capitales brasileñas se duplicará en la segunda vuelta, que concentra casi una cuarta parte de los ciudadanos aptos para volver a las urnas el fin de semana.
Con relación a la votación del 2 de octubre pasado, 17,98 millones de personas adicionales tendrán acceso al pase libre en esta ocasión, después de que los 26 centros de poder de los estados, además de Brasilia, anunciaran el incentivo para ejercer el derecho al voto. En estas ciudades, la exención en el pago de la tarifa estará disponible para un total de 35,87 millones de electores, medida que se enfoca principalmente en unos 7,1 millones de ellos que no acudieron a las urnas en la primera vuelta.
En la carrera presidencial, tales medidas pueden parecer buenas noticias tanto para Lula como para Bolsonaro, destaca el diario carioca. Pero, según los analistas, son capaces de disipar más preocupaciones en la campaña petista, ya que benefician, sobre todo, a los más pobres, una porción de la población que le da más votos al expresidente que a su contrincante.
Así, afirma O Globo, “no es de extrañar que Lula y sus seguidores hayan reforzado la movilización para que un mayor número de personas acuda a las urnas el 30 de octubre, incluso haciendo uso de llamadas telefónicas realizadas por artistas famosos para convencer a los indecisos de la importancia de no faltar” a esta nueva jornada electoral.
Sin embargo, el pase libre no estará disponible en todo Brasil. En Minas Gerais, uno de los estados decisivos para el desenlace de la disputa por la presidencia, el gobernador Romeu Zema, que apoya a Bolsonaro en la segunda vuelta, dijo esta semana que estaba en contra de que el gobierno tome la medida. El martes, la Secretaría de Estado de Transporte y Obras Públicas (Seinfra) confirmó que no habrá transporte público intermunicipal gratuito en ese estado.