A eso de las 15:30 de Colombia, Iván Duque, abogado de 42 años del partido Centro Democrático, asumió como Presidente en reemplazo de Juan Manuel Santos, luego de ocho años de gobierno.
Ya desde hoy marcó diferencias con sus antecesores: será el mandatario más joven de las últimas siete décadas en el país, logró el apoyo de 10 millones de colombianos en las elecciones de junio y residirá junto a su esposa María Juliana y sus hijos Luciana, Eloísa y Matías, en la Casa de Nariño, los primero niños que vivirán en ese palacio en años.
Existe una larga lista de retos a los que Duque buscará hacer frente desde el primer minuto. Una reforma fiscal, tributaria y previsional son parte de los desafíos. Pero el reto número uno, que ha acaparado toda la atención internacional y también las dudas, es el rol que asumirá en relación a la implementación de los acuerdos de paz con las FARC.
En esa línea, desde su campaña presidencial Duque manifestó su intención de hacer modificaciones, aunque aclarando que no hará "trizas" el acuerdo. Y tampoco sería viable hacerlo trizas, puesto que la Corte Constitucional ratificó que el contenido de los acuerdos es vinculante para los próximos tres gobiernos. De todas formas, sí hay dos materias en específico que Duque buscará reformar.
En primer lugar, la representación política que adquirió la exguerrilla en el Congreso es un tema que disgusta al uribismo. Por eso, Duque buscará que los congresistas del partido FARC sean condenados por delitos de lesa humanidad , que paguen penas, y que después de eso recién puedan ser elegidos en cargos de representación política. "Él va a tratar a toda costa de que haya una reforma en ese sentido, sobre todo teniendo en cuenta como parámetro el respeto a la dignidad de las víctimas. Por eso, en una democracia sería inconcebible que alguien que ha cometido delitos de lesa humanidad, tuviera esa representación parlamentaria", dijo a La Tercera el profesor emérito de Ciencia Política en la Universidad del Rosario, de Bogotá, Vicente Torrijos.
Una segunda modificación sería sobre la tipificación del narcotráfico como conexo con el delito político. Aquello podría conllevar indultos y amnistía para los acusados de narcotráfico, ya que se consideraría como herramienta legítima para sustentar económicamente una causa política. Duque buscará revertir dicho punto y señaló tajantemente hoy en su primer discurso como Presidente que "hoy mismo le cumplo a Colombia y llevaré esta iniciativa ante el Congreso de la República".
Pero queda por verse si Duque logrará dichas reformas, puesto que deberán pasar por la Comisión Primera del Senado, instancia que no cuenta con una mayoría uribista.
Sobre el proceso de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), Iván Duque manifestó hoy que durante los primeros 30 días de su gobierno hará una evaluación de los diálogos con esa guerrilla, y que se reunirá con la ONU, la Iglesia Católica y los países que han apoyado dicho proceso.