Con solo tres días al mando de Colombia, el Presidente Iván Duque ya cumplió uno de sus compromisos de campaña: el retiro de Colombia de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
El recién asumido canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, señaló hoy que "vamos a retirarnos de Unasur. Vamos a participar activamente en los escenarios multilaterales". También insistió que se trata de "una decisión política irreversible".
Holmes Trujillo manifestó que ha estado en conversaciones con Perú, Chile y Argentina para tomar una acción en conjunto. "Vamos a proceder a hacerlo (...), la nota (diplomática) está lista, no se ha enviado, pero estamos en un proceso de consultas con otros países que aparentemente desearían tomar el mismo rumbo. Si se consolida a raíz de esas consultas una decisión similar actuaremos en conjunto", dijo, y agregó que si aquello no sucede, Colombia "denunciará el tratado constitutivo y nos retiraremos".
Pero la decisión del gobierno de Duque, el abanderado del expresidente Álvaro Uribe, no sorprende. En abril pasado, Colombia -entonces bajo el gobierno de Juan Manuel Santos-, junto a Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Perú, habían congelado su participación en el bloque, señalando que éste "ha estado a la deriva bajo la actual presidencia pro tempore de Bolivia".
Pero Colombia decidió ir más allá y dejar en claro su rechazo al organismo regional, ya que consideró que es "cómplice silencioso de la dictadura de Venezuela", según había dicho Duque.
Para el analista colombiano de la Universidad del Rosario, Mauricio Jaramillo, "la señal es un distanciamiento muy duro frente a Venezuela". Además, dijo a La Tercera que la política exterior de este gobierno "va a ser sin ideologías, muy pragmática. Va a primar una política exterior que privilegie la atracción de inversión extranjera, diversificar las relaciones comerciales, un poco lo que tuvimos en la era de Uribe". En esa línea, el analista sostiene que la principal apuesta exterior de Colombia, además de Estados Unidos, será la Alianza del Pacífico en temas de integración.
Desde hace tiempo que la debacle de la Unasur se veía venir. Y no solo por el congelamiento de la participación de seis países en abril, sino porque su última cumbre fue hace casi cuatro años, en diciembre de 2014. En julio pasado, el Presidente de Bolivia, Evo Morales, uno de los defensores del bloque, reconoció la debacle: "Lamento mucho decirles que Unasur está en crisis".
De todos modos, el investigador del Diálogo Interamericano, Bruno Binetti, expresó a este diario que "Unasur era tan irrelevante. Ni un sudamericano va a sentir su desaparición, salvo los que ocupan un puesto ahí. Las consecuencias son de largo plazo", y agregó que dicha crisis "ojalá lleve a un replanteo de cómo abordamos la integración en América Latina".