El presidente Iván Duque llamó a una "conversación nacional" en Colombia tras una multitudinaria protesta en su contra que en la víspera dejó tres muertos y cientos de heridos, y que se alargó hasta este viernes con fuertes disturbios en la capital. "A partir de la próxima semana daré inicio a una conversación nacional que fortalezca la agenda vigente de política social, trabajando así de manera unida en una visión de mediano y largo plazo que nos permitirá cerrar las brechas sociales", dijo en una alocución televisada.

El mandatario conservador dio un primer paso hacia las fuerzas sociales que convocaron a la mayor marcha de los últimos tiempos contra el gobierno central, luego de haberse mostrado inicialmente reacio al diálogo directo.

"Esta conversación se dará en las regiones con todos los sectores sociales y políticos, utilizaré medios electrónicos y mecanismos participativos (...) para que todos podamos edificar un camino significativo de reforma", agregó.

La alocución se dio después de que el alcalde de Bogotá declarara un toque de queda en toda la capital para hacer frente a los disturbios que a lo largo del día se presentaron en el sur de la ciudad, donde también se registraron choques entre manifestantes y uniformados.

En respuesta "he decidido fortalecer la presencia de la fuerza pública" y ordenar "el despliegue de patrullas mixtas de la policía y el Ejército Nacional en los lugares mas críticos", señaló Duque. A la par de los desmanes, cientos de personas salieron este viernes a manifestarse en varias ciudades del país, recogiendo la estela del llamado paro nacional de la víspera, e iniciaron 'cacerolazos', una protesta inusual en Colombia. Los promotores del paro se deslindaron sin embargo desde temprano de esta nueva convocatoria.

"El paro terminó (...), hoy tiene que volver a la normalidad", dijo Julio Roberto Gómez, presidente de la Confederación General del Trabajo. Con un diverso abanico de reclamos y exigencias contra las políticas económicas, sociales y de seguridad, cientos de miles de personas protestaron el jueves en las calles y con 'cacerolazos' contra Duque. Las protestas dejan un saldo oficial de tres muertos, 122 civiles con heridas leves, 151 miembros de la fuerza pública lesionados y 146 capturados.