En una jornada que dividió a los colombianos entre los partidos del Mundial de Rusia y las urnas, la ciudadanía escogió este domingo al sucesor de Juan Manuel Santos para que gobierne hasta 2022. Con una diferencia de 2,3 millones de votos, Iván Duque, el candidato impulsado por el expresidente Álvaro Uribe, logró el 53,9% de los votos y se impuso al izquierdista Gustavo Petro, quien obtuvo un 41,8%.
Duque, quien en agosto cumplirá 42 años, se convertirá así en el segundo Presidente más joven en la historia de Colombia. En 1872, Eustorgio Salgar llegó al poder con solo 39 años.
Con su triunfo, Duque no solo evitó que Colombia gire hacia la izquierda, sino que el país pasará ahora de la centroderecha de Santos a la derecha de corte uribista.
De todos modos, este abogado y economista enfrentará a un país polarizado y en el que la izquierda y la centroizquierda han ganado terreno. Ello, en medio de la implementación de los acuerdos de paz con las FARC que el propio Duque ha prometido que se deben modificar.
"Los acuerdos de paz generan impunidad y hay que corregirlos", dijo Duque en una entrevista con La Tercera publicada la semana pasada. También en su primer discurso como Presidente electo, Duque dijo anoche que "la paz es un anhelo en Colombia. Somos amigos de construir la paz. Esa paz que añoramos tendrá correcciones para que las víctimas del proceso tengan reparación y justicia. Esto nos tiene que llevar a un sano debate de ideas. No haremos trizas los acuerdos, pero vamos a garantizar la justicia".
La idea de Duque es que exguerrilleros de las FARC implicados en delitos paguen con cárcel y queden inhabilitados políticamente. Los acuerdos de paz han permitido la desmovilización de siete mil excombatientes.
El sucesor de Santos también deberá hacer frente a la figura de Uribe, que posee tanto seguidores como detractores. "¡No más divisiones, pensemos en un país con todos y para todos!", dijo en su mensaje de tono conciliador, en el que puso énfasis en la lucha contra la corrupción. "Yo no voy a gobernar con odios. No existen en mi mente venganzas ni represalias", acotó.
"La seguridad y la justicia tienen que volver a las calles de Colombia", añadió, evidenciando el otro eje de su propuesta, siempre en línea con las políticas que en su momento implementó Uribe.
Por su parte, Gustavo Petro prometió que hará una oposición en las calles y dijo que defenderá la paz en Colombia. "No permitiremos que retrocedan a Colombia a la guerra", dijo el candidato izquierdista ante sus adherentes.
Desafíos inmediatos
Apenas media hora después del cierre de las urnas, a las 16.00, el resultado ya estaba claro. A esa hora, en el Centro Empresarial y Recreativo El Cubo, en Bogotá, donde la campaña de Duque y sus seguidores esperaban los resultados, el grito de "¡se vive!, ¡se siente!, ¡Duque Presidente!", se comenzó a escuchar cada vez con más fuerza.
En la primera vuelta, el candidato de la derecha había obtenido 7,6 millones de votos, con el 39,14% de las preferencias. Los votos en blanco, en tanto, que se mostraban como el temor de los candidatos, aumentaron con respecto a la primera vuelta (1,76%) y concentraron el 4,20%.
Como manifestó en su campaña, Duque se enfocará en tomar las riendas de la economía, estimulando el emprendimiento, reduciendo impuestos a las empresas al ser generadoras de empleo, la apuesta de un día sin IVA seis veces al año, entre otras medidas.
Para la conformación de su gabinete, Iván Duque ha señalado que buscará captar al "talento joven", así como a un número importante de mujeres, todos ellos con un perfil técnico.
Según los analistas, la figura de Uribe (2002-2010) será importante. "Es muy probable que Uribe en el gobierno de Iván Duque continúe teniendo muchísimo poder. No creo que haya una situación de control, pero sí una situación de influencia extrema por parte de Álvaro Uribe", comentó a La Tercera el analista político colombiano Jorge Restrepo.
En cuanto al rol de Petro, el analista Andrés Dávila, docente de la U. de los Andes de Colombia, señaló que será una oposición fragmentada entre quienes apoyaron a Petro y a Sergio Fajardo.