El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, busca este domingo 21 de abril el apoyo de los votantes para una serie de medidas en un referendo nacional.
La votación, que representa un punto de inflexión para su gobierno luego de sus cinco primeros meses en el poder, tiene 4.322 centros establecidos en los que están convocados para votar más de 13,6 millones de ecuatorianos. Más de 400.000 votan en el extranjero.
Después de haber elevado la lucha contra las bandas criminales a la categoría de “conflicto armado interno”, este procedimiento jurídico y político “marcará el rumbo del reto para afrontar al crimen organizado, la lucha contra la corrupción y la creación de empleo”, así lo dijo el presidente de Ecuador en su discurso inaugural del referendo.
Una respuesta afirmativa a las 11 preguntas del referendo representaría un empujón en las nuevas elecciones generales que se darán en menos de 10 meses y en las que el mandatario evalúa presentarse a la reelección. Si las respuestas son negativas quedaría debilitado para lo que resta de mandato, hasta mayo de 2025.
Cinco preguntas implican cambios en la Constitución de 2008, aprobada durante el mandato presidencial de Rafael Correa (2007-2017), mientras que las seis restantes deben ser tramitadas a través de la Asamblea Nacional (Parlamento), luego de recibir el respaldo de la población.
Tres factores podrían alterar los resultados en este momento de acuerdo con expertos, la decisión de los cortes de energía diarios de varias horas en medio de la escasez de energía relacionada con la sequía, la crisis diplomática internacional por el asalto policial de la embajada mexicana en Quito y la violencia, que en la última semana repuntó con los asesinados a tiros dos alcaldes de dos poblaciones.
En Ecuador el voto es obligatorio para las personas de entre 18 y 65 años, mientras que es optativo para los adolescentes de entre 16 y 18 años y también para los mayores de 65 años, así como para los policías, militares y presos sin sentencia firme.