Incluso para Edmundo González Urrutia (74), el candidato presidencial de la oposición venezolana, resultó sorpresivo su repentino ascenso a la esfera pública.
En el primer trimestre de 2024, los intentos de María Corina Machado y de Corina Yoris para ser las cartas presidenciales de la oposición se vieron frustrados tras la inhabilitación de la primera y el impedimento de que la segunda pudiese inscribir su candidatura.
Fue entonces que en la Plataforma Unitaria Democrática -la principal coalición opositora de Venezuela- comenzó a tomar fuerza el nombre del diplomático retirado Edmundo González.
“No esperaba ser el candidato presidencial, ya que jamás había competido por un cargo de elección popular”, dijo González tras ser proclamado como el adversario de Nicolás Maduro en las elecciones.
“Por alguna circunstancia salió mi nombre y aceptaron ellos. Lo que yo pedí como condición para aceptar la propuesta era que fuera una decisión unánime de todos los partidos que integran la plataforma, y así fue, una decisión unánime”, confesó a France 24.
Desde entonces, quien fuera embajador de Argelia (1991-1993) y luego de Argentina (1998-2002), se ha caracterizado por cultivar un perfil discreto y por evitar descalificaciones hacia personeros del gobierno venezolano.
“Se refiere a Maduro como presidente, un cambio radical con respecto a los líderes de la oposición que lo llaman ilegítimo por supuestamente manipular su reelección de 2018″, apunta The Wall Street Journal en un reportaje sobre el diplomático.
La sede de su comando, según reveló él mismo al medio español El País, se encuentra ubicada en su apartamento en Caracas. Las directrices de su campaña, en tanto, han ido en pos de la reconstrucción de Venezuela, la restauración de las instituciones y a su vez, el reencuentro entre los venezolanos que han permanecido en el país con los más de 7,7 millones que migraron.
Definiciones políticas y económicas
“No formo parte de este mundo, no soy político ni me interesa el poder, pero debo decir que me siento bien, adaptado. He asumido mi nuevo papel, el que me corresponde en esta coyuntura: cumplir con mi compromiso personal para la causa de la democracia y la reconstrucción de mi país. El reencuentro entre los venezolanos. Me gusta hablar de eso, este será el gobierno del reencuentro, del regreso a la patria, de abrazar a aquellos que se fueron”, sostuvo en una reciente entrevista concedida a El País.
En línea con el estilo sin estridencias que ha mostrado, ha evitado criticar a mandatarios como Javier Milei (Argentina) y Nayib Bukele (El Salvador), pero ha marcado cierta distancia con ellos. Por otra parte, ha expresado su respeto hacia el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou.
“Hoy hablar de extrema derecha y de estos radicalismos de centro y de izquierda, somos un poco desacostumbrados. Yo me ubico y respeto mucho a dirigentes como al que acaba de mencionar, el presidente Lacalle Pou. No tengo nada en contra de otros candidatos como los mencionados (Milei y Bukele), pero no estoy dentro de lo que piensa el pensamiento radical”, comentó a France 24.
En lo económico, ha descartado iniciar un programa de privatizaciones masivas y se ha decantado por mantener la presencia estatal en determinadas áreas. “Nuestro plan es muy claro, hemos tomado elementos del plan de Gobierno de María Corina [Machado], Tierra de Gracia; pero también del Plan País de 2019, y de otros proyectos programáticos anteriores. Un proyecto de centro, equilibrado, con presencia estatal (....) Las empresas estatales que funcionen, se mantendrán. Tendremos que buscar ayuda para impulsar proyectos rezagados, y el Estado no tiene por qué estar metido en todo, administrando hoteles o líneas de taxi. Hay que ampliar la participación del sector privado”, dijo a El País.
“Falta poco para comenzar la reconstrucción institucional”, fue la arenga de González en el cierre de campaña en Las Mercedes, Caracas.
A solo horas de que inicien las elecciones presidenciales en Venezuela, González ha utilizado sus redes sociales para instruir sobre cómo ejercer el voto y ha reiterado que “este domingo, cada voto cuenta para iniciar la reconstrucción institucional, económica y social que tanto hemos anhelado”.
Asimismo, en las últimas horas se ha mostrado tranquilo ante los resultados que arrojen los comicios. En una transmisión online con el programa Votoscopio, aseguró que su serenidad es tal que “incluso duermo ocho horas al día”. A El País manifestó: “Todas las encuestas de opinión nos otorgan una cómoda posición, lo cual no nos pone triunfalistas”. Sin embargo, advirtió que “ahora es que viene lo duro. Negociar con estos señores para lograr una transición ordenada será muy difícil”.