Mucho antes de que Evo Morales renunciara a la Presidencia, el escritor Edmundo Paz Soldán (Cochabamba, 1967) advirtió sobre el peligro que acarreaba el empecinamiento del Presidente boliviano para ser reelecto por tercera vez de manera consecutiva. "Ya vimos lo mejor de Evo, su proyecto político se agotó", dijo el autor de libros como Río Fugitivo y Los días de la peste, en 2017, un año después del referendo en el que el 51% de los bolivianos se opuso a modificar la Constitución para permitir un cuarto mandato del jefe de Estado. Ahora que Evo presentó su dimisión, Paz Soldán nuevamente advierte sobre los peligros y los movimientos telúricos que pueden darse en este nuevo escenario, marcado por la alta incertidumbre y la polarización.
"El origen fue el deseo de Evo de volver a postular por cuarta vez, convocar a un referéndum que le permitiera alterar la Constitución para poder postularse nuevamente, perder el referéndum y desconocer ese resultado. Esta es una crisis de efecto retardado: el pueblo no salió a las calles cuando Evo desconoció el referéndum porque no había liderazgo en la oposición, pero eso no significaba que el malestar no estuviera ahí presente. Lo ocurrido la noche de las elecciones (del 20 de octubre) hizo que ese malestar acumulado contra Evo estallara", apunta Paz Soldán.
"La OEA no ha hecho más que corroborar lo que todos sabían desde el primer día; Evo pudo haber aceptado esas denuncias (de fraude electoral) y permitir una segunda vuelta; lo suyo fue un mal cálculo político, un error histórico que él y su partido y el país están pagando".
Da la idea de que Evo aún goza de un importante respaldo y no está muerto políticamente. ¿Qué viene ahora en Bolivia?
No creo que la movilización llegue lejos. Habrá nuevas elecciones, quizás un poco más tarde de lo que algunos quieren.
¿Los seguidores de Evo podrían movilizarse o el relato oficial es que habrán nuevas elecciones y ya?
Yo creo que se sienten en minoría. Salieron los primeros días, pero la reacción en las ciudades los sorprendió. Los movimientos cívicos han desconocido a Carlos Mesa como líder de la oposición y lo seguirán haciendo. Luis Fernando Camacho tiene arraigo por haber encabezado la pelea contra Evo, pero se ha enfundado en la religión católica, con la parafernalia simbólica de la Biblia, y eso es preocupante en un Estado laico.
¿Camacho podría inscribirse como candidato?
Camacho no puede, tendría que prestarse el puesto de un partido con personería jurídica. Pero lo siguen muchos y tendrán que tomarlo en cuenta. Ha marchado por la unidad familiar y en contra de los derechos de los LGBT, es un conservadurismo rancio, anti-progresista.
¿Cómo cree que la historia recordará a Evo Morales?
Debemos quedarnos con lo mejor del legado de Evo, con la idea de un país multicultural e incluyente, con la wiphala y los grandes líderes indígenas que defendió su gobierno como parte fundamental de nuestro presente. El revanchismo, el tratar de deshacer todas las buenas cosas que se lograron, harían que se inicie mal el post-Evismo.
¿Evo podría volver?
Quedará de referente y ojalá esto permita también el surgimiento de nuevos liderazgos en una izquierda anquilosada por tantos años en el poder.