Estados Unidos no notificó a Rusia de los ataques lanzados este viernes junto a Reino Unido y Francia contra posiciones de Bashar al Asad, a diferencia de lo que hizo hace un año con un ataque similar, en el que avisó a Moscú para que retirara sus tropas.
"No hemos tenido coordinación alguna con los rusos para los ataques, ni les hemos prenotificado de ellos", dijo en rueda de prensa el jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., general Joseph Dunford.
Esta decisión de Estados Unidos representa un importante cambio respecto a su accionar pasado y exhibe el deterioro de las relaciones entre Washington y Moscú.
De hecho, el presidente de EE.UU., Donald Trump, responsabilizó, en parte, a Rusia de la ofensiva aliada y le instó a que abandone su apoyo a Al Asad.
"En 2013, el presidente (Vladimir) Putin y su Gobierno prometieron al mundo eliminar las armas químicas de Siria. El reciente ataque de Al Asad -y la respuesta de hoy- son resultado directo del fracaso de Rusia en mantener su promesa", dijo Trump.
"Rusia -añadió Trump- debe decidir si seguirá por este oscuro camino o si se unirá a las naciones civilizadas como una fuerza de paz y estabilidad".
Hace un año, el 7 de abril de 2017, Estados Unidos ya lanzó un ataque contra posiciones de Bachar al Asad, pero en esa ocasión notificó a Moscú para que retirase del terreno las tropas que combaten junto a las fuerzas gubernamentales sirias.