Policías antimotines, miembros de la Guardia Revolucionaria y agentes vestidos de civil se congregaron hoy en la Plaza de Vali-e Asr, en la Universidad de Teherán y otros lugares emblemáticos, para dispersar a los manifestantes que protestaban contra el gobierno por su responsabilidad en la caída del avión de Ukraine International Airlines.

"A los líderes de Irán: no maten a sus manifestantes", tuiteó el mandatario estadounidense, Donald Trump, advirtiendo que "Estados Unidos está mirando".

Pese al mensaje amenazante de Trump, el secretario de Defensa estadounidense, Mark Esper, dijo en entrevista con la cadena CBS que el mandatario aún busca dialogar con los líderes iraníes. "Estamos dispuestos a sentarnos y discutir sin condiciones previas una nueva vía", señaló el jefe del Pentágono.

El ayatolá Ali Jamenei, por su parte, hizo un llamado a la unión, asegurando que "la situación desfavorable de la región se debe a la presencia corrupta de EE.UU. y sus secuaces, y la única solución para contrarrestarla es apoyarse en la cooperación entre países de la región".

Durante el día, ocho cohetes impactaron una base aérea iraquí que albergaba a soldados estadounidenses en el norte de Bagdad. Cuatro soldados iraquíes resultaron heridos, pero el ataque no alcanzó a ningún soldado estadounidense.

Por otra parte, el Presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo francés, Emmanuel Macron, tuvieron una conversación telefónica sobre la compleja crisis que se vive en Medio Oriente, en un esfuerzo por aliviar las tensiones entre EE.UU. e Irán.

"Debido a la tensa situación en torno a Irán, los presidentes de Rusia y Francia han señalado la necesidad de que todas las partes actúen con moderación y se manifestaron a favor de continuar los esfuerzos por preservar el Plan de Acción Integral Conjunto", dice el comunicado publicado por el Kremlin. b