Estados Unidos acusó a Rusia de financiar con al menos 300 millones de dólares a partidos y candidatos políticos de casi una treintena de países con el objetivo de influir en otros Estados, según ha informado este miércoles The Washington Post.
El Kremlin habría planeado, desde 2014, destinar cientos de millones de la moneda estadounidense como parte de una campaña encubierta para debilitar los sistemas democráticos y promover las fuerzas políticas consideradas alineadas con los intereses rusos, según un informe de los Servicios de Inteligencia de Estados Unidos al que ha tenido acceso el citado diario.
Entre los países en los que Rusia habría intentado influir se encuentran Estados de Europa, África y otras partes del mundo.
Altos funcionarios señalaron el ejemplo de un país asiático -que no han querido nombrar-, donde el embajador ruso ofreció millones de dólares a un candidato presidencial. Otros países incluidos en la lista del Kremlin son Albania, Montenegro, Madagascar y, potencialmente, Ecuador, según The Washington Post.
“Al arrojar luz sobre la financiación política encubierta rusa y los intentos rusos de socavar los procesos democráticos, estamos poniendo a estos partidos y candidatos extranjeros sobre aviso de que si aceptan dinero ruso en secreto podemos y vamos a exponerlo”, alertó un alto funcionario estadounidense.
Asimismo, ha sostenido que las fuerzas vinculadas al Kremlin también han utilizado empresas ficticias, grupos de opinión y otros medios para influir en los acontecimientos políticos, a veces en beneficio de los grupos de extrema derecha.
En Estados Unidos, la Administración Obama detectó un repunte en la financiación política encubierta rusa en 2014.
Más tarde, las evaluaciones de las agencias de espionaje estadounidenses y una investigación bipartidista del Senado concluyeron que Rusia, bajo el mando del presidente Vladimir Putin, lanzó una campaña para interferir en las elecciones presidenciales de 2016 para ayudar al entonces candidato Donald Trump.
Desde principios de este año, la Casa Blanca ha tomado la decisión de publicar repetidamente información de inteligencia desclasificada relacionada con las intenciones y acciones de Moscú relacionadas con Ucrania, como parte de un intento de hacer retroceder las ambiciones de Putin allí y contrarrestar lo que los funcionarios estadounidenses han descrito como operaciones de desinformación rusas.
El lunes, el Departamento de Estado estadounidense envió una carta a las Embajadas estadounidenses en más de 100 países en la que se describen las supuestas actividades rusas y se sugieren medidas que Estados Unidos y sus aliados pueden adoptar para contrarrestarlas, como sanciones, prohibiciones de viaje o la expulsión de presuntos espías rusos implicados en actividades de financiamiento político.