El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se ha cuestionado este viernes la presencia de efectivos de la Organización del Tratado de la Seguridad Colectiva (OTSC) en Kazajistán, en el marco de las protestas que se registran en el país asiático en los últimos días.
En rueda de prensa, Blinken aseguró que, a su juicio, “las autoridades y el gobierno de Kazajistán ciertamente tienen la capacidad de lidiar correctamente con las protestas, de hacerlo de una manera que respete los derechos de los manifestantes mientras mantiene la ley y el orden”.
“Así que no está claro por qué piensan que necesitan asistencia extranjera”, agregó, antes de remarcar que Washington continúa “muy preocupado” por la actual situación en Kazajistán. Del mismo modo, ha afirmado que no iguala las situaciones de Ucrania y Kazajistán, pero ha señalado que “una de las lecciones de la historia reciente es que una vez que los rusos están en tu casa, a veces es muy difícil que se vayan”.
Por último, ha expresado su “esperanza” de que el gobierno kazajo aborde los problemas “fundamentalmente políticos y económicos” que han conducido a las protestas.
El presidente kazajo, Kasim Jomart Tokayev, solicitó ayuda a la OTSC, una alianza regional encabezada por Moscú y destinada a garantizar la estabilidad en toda la órbita rusa, por lo que países vecinos miembros de la alianza, como Rusia, Bielorrusia, Armenia o Kirguistán, han enviado un contingente de protección.
Tokayev ha informado este viernes de que ha dado orden de disparar a matar sin advertencia previa a los “terroristas” implicados en las últimas protestas en el país.
De momento, el Ministerio del Interior de Kazajistán ha confirmado que al menos 26 participantes en las manifestaciones han muerto, otros 26 han resultado heridos y un total de 3.811 personas han resultado detenidas en relación a los disturbios.