El gobierno de Estados Unidos afirmó el jueves que el video difundido por Hamas de un ciudadano israelí-estadounidense, identificado como Hersh Goldberg-Polin y retenido en la Franja de Gaza desde los ataques del 7 de octubre, es “horrible” y “profundamente preocupante”.
El portavoz adjunto del Departamento de Estado estadounidense, Vedant Patel, ha aseverado durante una rueda de prensa que “Hersh debería estar en casa, debería estar con su familia y debería ser liberado”, sin dar más detalles “sobre las circunstancias en torno al video o al individuo”.
Patel aprovechó la ocasión para reiterar que Washington considera que “ya es hora de que todos los rehenes sean liberados”, remarcando que “ha habido un acuerdo sobre la mesa” y agregando que la milicia palestina es la que no acepta las condiciones propuestas a las partes.
“Queremos enfatizar las terribles circunstancias y la extrema importancia de que esto se haga, y que se haga de inmediato. Remontándonos al 7 de octubre, hemos sido claros sobre el hecho de que todos los rehenes deben ser liberados”, manifestó.
Las Brigadas de Ezzeldín al Qassam, brazo armado del Movimiento de Resistencia Islámica, difundieron en la víspera un video sin fechar en el que aparece el rehén, vestido de rojo sobre un fondo blanco y que tiene un brazo amputado, donde afirma que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su gobierno “deberían estar avergonzados” después de haberles “abandonado durante 200 días”.
El portavoz de las Fuerzas Armadas de Israel, Daniel Hagari, afirmó que el Ejército “seguirá persiguiendo” cada día a Hamas hasta que se produzca la liberación de los rehenes. “Este video de terror psicológico no es solo un recordatorio de lo que hizo Hamás el 7 de octubre, es un recordatorio de lo perverso que es este grupo terrorista, que aterroriza a los rehenes y también a sus familias”, expresó.
Según Hagari, Golderg-Polin, de 23 años, estaba en el Festival de Música Nova cuando fue “atacado y secuestrado violenta y brutalmente por Hamás el 7 de octubre”, por lo que lleva retenido más de 200 días, como el resto de rehenes, “en condiciones inhumanas”. Los padres del rehén, Rachel y Jon, hicieron un llamado a todas las partes que negocian un acuerdo para que resuelvan sus diferencias y “pongan fin al sufrimiento en esta región”.