El gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, felicitó el lunes al delfín del exmandatario Evo Morales, Luis Arce, reconociéndolo como vencedor de las elecciones en Bolivia, y se dijo dispuesto a trabajar con las nuevas autoridades del país andino.

“Felicitamos al presidente electo de Bolivia, Luis Arce, y al vicepresidente electo, David Choquehuanca. El presidente Trump y Estados Unidos esperan trabajar con el gobierno electo boliviano en los intereses compartidos de nuestros ciudadanos”, dijo el jefe de la diplomacia estadounidense para América Latina, Michael Kozak.

Todavía no había resultados oficiales en Bolivia, donde el escrutinio avanzaba lentamente, pero proyecciones que le dieron la victoria en primera vuelta a la fórmula del Movimiento del Socialismo (MAS) de Morales fueron asumidas por sus rivales.

“Reconocemos que el señor Arce y el señor Choquehuanca fueron los elegidos este fin de semana”, dijo Kozak a periodistas, subrayando que si el gobierno interino de Jeanine Áñez lo había reconocido, Estados Unidos hacía lo propio.

Arce era favorito en estos comicios, que se realizaron luego de que la votación del 20 de octubre de 2019 fuera anulada tras una auditoría de la Organización de los Estados Americanos que estableció una “manipulación dolosa” en favor del entonces presidente Morales (2006-2019), que buscaba un cuarto mandato y terminó renunciando, y asilándose primero en México y luego en Argentina.

“La razón por la que fracasaron las elecciones del año pasado en octubre fue que el gobierno que estaba en el poder intentó amañar la votación y la gente protestó contra eso. Esta vez, los procedimientos fueron lo mejor que todos pueden decir, honestos y creíbles”, dijo Kozak.

El diplomático, subsecretario de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, dijo que Estados Unidos no hace “ninguna presunción” a priori sobre las políticas del futuro gobierno boliviano.

“Si está dispuesto a trabajar con nosotros en áreas en las que compartimos intereses y valores, deseamos eso. Ha funcionado en otros lugares”, afirmó Kozak.

Bolivia y Estados Unidos carecen de embajadores desde 2008, cuando Morales expulsó a Philip Golberg acusándolo de conspirar contra su gobierno. Washington actuó en reciprocidad.